Puntuación:
Las reseñas de «Mi religión», de León Tolstoi, revelan diversas opiniones, en particular elogios a las profundas ideas y enseñanzas lógicas sobre el cristianismo, mientras que se critica la calidad física del propio libro. Muchos lectores consideran que las interpretaciones de Tolstoi son esclarecedoras y pertinentes, especialmente para quienes se cuestionan su sistema de creencias. Sin embargo, algunos expresan su frustración por el estado físico del libro y comentan su naturaleza desafiante.
Ventajas:⬤ Profundización en el cristianismo
⬤ explicaciones lógicas y claras
⬤ contenido que invita a la reflexión y que influye en las creencias personales
⬤ relevante para cuestiones modernas
⬤ autor muy respetado
⬤ invoca una reevaluación de los puntos de vista tradicionales.
⬤ Problemas de calidad física (bordes deshilachados, páginas sucias)
⬤ algunas partes pueden ser demasiado complejas
⬤ un reto para lectores sin formación en teología.
(basado en 19 opiniones de lectores)
My Religion
León Tolstoi, también llamado Tolstoi, en ruso Lev Nikoláievich, Graf (conde) Tolstoi, (nacido el 9 de agosto de 1828 en Yasnaya Poliana, provincia de Tula, Imperio Ruso; fallecido el 7 de noviembre de 1910 en Astapovo, provincia de Riazán), escritor ruso, maestro de la ficción realista y uno de los mejores novelistas del mundo.
Tolstoi es conocido sobre todo por sus dos obras más largas, Guerra y paz (1865-69) y Ana Karenina (1875-77), que suelen considerarse entre las mejores novelas jamás escritas. Guerra y Paz, en particular, parece prácticamente definir esta forma para muchos lectores y críticos. Entre las obras más breves de Tolstói, La muerte de Iván Ilich (1886) suele considerarse uno de los mejores ejemplos de novela corta. Especialmente durante sus tres últimas décadas, Tolstoi también alcanzó renombre mundial como maestro moral y religioso. Su doctrina de la no resistencia al mal ejerció una importante influencia sobre Gandhi. Aunque las ideas religiosas de Tolstoi ya no despiertan el respeto de antaño, el interés por su vida y su personalidad ha aumentado con el paso de los años.
La mayoría de los lectores estarán de acuerdo con la apreciación del poeta y crítico británico del siglo XIX Matthew Arnold de que una novela de Tolstói no es una obra de arte, sino un trozo de vida; el autor ruso Isaak Babel comentó que, si el mundo pudiera escribir por sí mismo, escribiría como Tolstói. Críticos de diversas escuelas han coincidido en que, de algún modo, las obras de Tolstói parecen eludir todo artificio. La mayoría ha destacado su capacidad para observar los más pequeños cambios de conciencia y registrar los más leves movimientos del cuerpo. Lo que otro novelista describiría como un único acto de conciencia, Tolstoi lo descompone convincentemente en una serie de pasos infinitesimales. Según la escritora inglesa Virginia Woolf, que daba por sentado que Tolstói era «el más grande de todos los novelistas», estos poderes de observación provocaban una especie de temor en los lectores, que «deseaban escapar de la mirada que Tolstói fija en nosotros». Aquellos que visitaron a Tolstói de anciano también informaron de sentimientos de gran incomodidad cuando parecía entender sus pensamientos no expresados. Era habitual describirle como divino en sus poderes y titánico en sus luchas por escapar de las limitaciones de la condición humana. Algunos veían a Tolstoi como la encarnación de la naturaleza y la vitalidad pura, otros lo veían como la encarnación de la conciencia del mundo, pero para casi todos los que lo conocieron o leyeron sus obras, no sólo fue uno de los más grandes escritores que jamás hayan existido, sino un símbolo viviente de la búsqueda del sentido de la vida. (britannica.com)
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)