La ruta del ámbar: Historia y legado de la antigua red comercial que transportaba ámbar por Europa

Opiniones de los lectores

El libro ofrece una breve pero esclarecedora historia del ámbar, su descubrimiento y su comercio, especialmente en lo que respecta a su importancia durante la Edad de Bronce. Ofrece una perspectiva única de las conexiones entre los pueblos antiguos a través del comercio del ámbar, aunque se señalan algunas inexactitudes factuales.

El libro ofrece una historia fascinante y concisa del ámbar y su comercio, lo que lo convierte en una lectura atractiva. Aporta valiosas ideas sobre las conexiones entre las sociedades antiguas y destaca la importancia del ámbar en contextos históricos. Los lectores aprecian su estilo directo y lo consideran útil para refrescar sus conocimientos históricos.

El libro contiene imprecisiones factuales, como la denominación errónea de los metales en la aleación de bronce, que suscitan dudas sobre la calidad de su investigación. Algunos lectores consideran que el libro es demasiado corto y no justifica su precio.

(basado en 6 opiniones de lectores)

Título original:

The Amber Road: The History and Legacy of the Ancient Trade Network that Moved Amber across Europe

Contenido del libro:

*Incluye fotografías.

*Incluye relatos antiguos.

*Incluye bibliografía para lecturas complementarias.

"Piteas dice que los Gutones, un pueblo de Alemania, habitan las costas de un estuario del Océano llamado Mentonomon, su territorio se extiende una distancia de seis mil estadios.

Que, a un día de navegación de este territorio, se encuentra la Isla de Abalus, en cuyas costas, el ámbar es arrojado por las olas en primavera, siendo una excreción del mar en una forma concreta.

Como, también, que los habitantes utilizan este ámbar a modo de combustible, y lo venden a sus vecinos, los teutones..." - Plinio el Viejo.

La historia de la Ruta de la Seda ha sido un tema popular entre turistas, académicos, economistas, partidos estatales y niños soñadores durante muchos siglos. En muchos sentidos, la Ruta de la Seda se puede ver en todas partes, y ha existido desde que la gente ha viajado a través de Eurasia. Su impacto se deja sentir ampliamente entre los diversos pueblos que viven en el continente, a través del arte y los estilos arquitectónicos regionales únicos, así como en innumerables películas, libros, estudios académicos y viajes organizados dedicados a las antiguas rutas comerciales.

Al mismo tiempo, sin embargo, la Ruta de la Seda es una invención totalmente abstracta, acuñada por primera vez por el geógrafo alemán del siglo XIX Ferdinand von Richthofen. Nunca ha existido una única ruta -y mucho menos una carretera- que se utilizara para el transporte de mercancías, ni la seda ha sido el principal producto comercializado a través de Eurasia. La Ruta de la Seda es más bien una narración de múltiples capas sobre el ascenso y la caída de confederaciones nómadas y sociedades sedentarias, la consolidación y disolución de reinos e imperios, el intercambio de mercancías y artesanía fina, y la transferencia y mezcla de ideas, religiones, tecnología, ciencia, arte, arquitectura, mitos y leyendas. Se trata de una historia relevante para los países actuales a través de los cuales tuvo lugar este intercambio, ya que reclaman los artefactos, los sitios patrimoniales y el significado simbólico de la Ruta de la Seda con fines políticos y económicos y para construir su identidad nacional.

De hecho, el comercio internacional en el mundo antiguo era un sistema más intrincado y de mayor alcance de lo que muchos han creído. La Ruta de la Seda y la Ruta del Incienso se han investigado a fondo en las últimas décadas, pero se ha prestado mucha menos atención a la red comercial de la Ruta del Ámbar que dominaba el norte de Europa. El ámbar, la savia endurecida de árboles prehistóricos, ha llegado a las costas del Báltico durante generaciones y, aunque tenía poco valor para los lugareños más allá del simbolismo religioso y la belleza estética, se enteraron de que las civilizaciones extranjeras pagarían enormes sumas por esta hermosa sustancia.

Aunque las fuentes escritas están dispersas y tienden a ir y venir en función de la civilización de que se trate, es mucho lo que han escrito autores antiguos, sobre todo de origen griego y romano. Y lo que es más importante, los arqueólogos han rastreado la difusión del ámbar a través del descubrimiento de piezas con una construcción química específica, lo que lo vincula a la región del Báltico. Aunque se creía que se exportaba principalmente a Roma, el ámbar báltico también se ha encontrado en la Grecia micénica, Egipto y Siria, aunque quizá no resulte sorprendente que fuera la demanda romana la que constituyera el punto álgido del intercambio de ámbar.

Quizá más interesante que el movimiento del ámbar sea el cambio de las operaciones comerciales, que pasaron de sistemas controlados por el gobierno a empresas mercantiles privadas, monopolios de gremios y órdenes, un retorno al control gubernamental y, por último, la venta del comercio a países individuales. Se trata de un microcosmos fascinante de la evolución del panorama político y gubernamental a lo largo de milenios de cambio y desarrollo en el norte de Europa y el mundo mediterráneo antiguo en general.

La ruta del ámbar: Historia y legado de la antigua red comercial que transportó el ámbar por Europa analiza el desarrollo de este comercio crucial y su impacto en la Antigüedad.