Puntuación:
En general, las reseñas de la traducción de Jowett de «La República» de Platón ponen de relieve una acogida inesperadamente positiva de la traducción, a pesar de cierto escepticismo inicial. Los lectores aprecian las ideas que ofrece la obra de Platón sobre la justicia y la sociedad, mientras que algunos consideran que la prosa densa y la larga exposición son un reto.
Ventajas:Muchos críticos elogiaron la traducción de Jowett por ser atractiva, perspicaz e incluso poética. Los lectores señalaron que los diálogos proporcionan una valiosa comprensión de la filosofía, la justicia y el gobierno. El contenido se considera intemporal, relevante y sugerente, lo que lo convierte en una lectura obligada. Se hizo especial mención a la modernidad de la traducción del siglo XIX.
Desventajas:Algunos lectores consideraron que el libro era denso y extenso, con una larga introducción y la falta de un índice que dificulta la navegación. Algunas reseñas mencionan la falta de páginas en algunas ediciones, lo que provoca frustración. Además, la complejidad de las discusiones filosóficas puede resultar desalentadora para los menos entendidos en la materia.
(basado en 537 opiniones de lectores)
The Republic
La República es un diálogo socrático, escrito por Platón hacia el 380 a.C., sobre la justicia, el orden y el carácter de la ciudad-estado justa y el hombre justo. Es la obra más conocida de Platón y ha demostrado ser una de las obras de filosofía y teoría política más influyentes del mundo, tanto intelectual como históricamente.
En el diálogo, Sócrates conversa con varios atenienses y extranjeros sobre el significado de la justicia y sobre si el hombre justo es más feliz que el injusto. Consideran la naturaleza de los regímenes existentes y luego proponen una serie de diferentes ciudades hipotéticas en comparación, culminando en Calípolis, una ciudad-estado gobernada por un rey filósofo. También discuten la teoría de las formas, la inmortalidad del alma y el papel del filósofo y de la poesía en la sociedad. El diálogo parece estar ambientado en la Guerra del Peloponeso.
En el primer libro se proponen dos definiciones de justicia que se consideran inadecuadas. 14) Devolver las deudas contraídas y ayudar a los amigos perjudicando a los enemigos son definiciones de justicia basadas en el sentido común que, según demuestra Sócrates, son inadecuadas en situaciones excepcionales y, por tanto, carecen de la rigidez que se exige a una definición. Sin embargo, no las rechaza por completo, pues cada una de ellas expresa una noción de justicia basada en el sentido común que Sócrates incorporará a su discusión sobre el régimen justo en los libros II a V.
Al final del Libro I, Sócrates está de acuerdo con Polemarco en que la justicia incluye ayudar a los amigos, pero dice que el hombre justo nunca haría daño a nadie. Trasímaco cree que Sócrates ha cometido una injusticia con los hombres presentes al decir esto y ataca su carácter y reputación delante del grupo, en parte porque sospecha que el propio Sócrates ni siquiera cree que hacer daño a los enemigos sea injusto. Trasímaco da su interpretación de la justicia y la injusticia como "justicia es lo que es ventajoso para el más fuerte, mientras que la injusticia es para el propio provecho y ventaja". 15) Sócrates no encuentra clara esta definición y comienza a interrogar a Trasímaco. Sócrates pregunta entonces si el gobernante que comete un error haciendo una ley que disminuye su bienestar, sigue siendo gobernante según esa definición. Trasímaco está de acuerdo en que ningún verdadero gobernante cometería tal error. Este acuerdo permite a Sócrates socavar la estricta definición de justicia de Trasímaco comparando a los gobernantes con personas de diversas profesiones. Trasímaco consiente en la afirmación de Sócrates de que un artista es alguien que hace bien su trabajo, y es conocedor de algún arte, lo que le permite completar bien el trabajo. Con ello, Sócrates consigue que Trasímaco admita que los gobernantes que promulgan una ley que no les beneficia a ellos en primer lugar, en el sentido preciso no son gobernantes. Trasímaco se da por vencido y guarda silencio a partir de ese momento.
Sócrates ha atrapado a Trasímaco para que admita que el hombre fuerte que comete un error no es el hombre fuerte en el sentido preciso, y que se requiere algún tipo de conocimiento para gobernar perfectamente. Sin embargo, está lejos de ser una definición satisfactoria de la justicia.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)