La colonización de Sudáfrica: Historia y legado de la subyugación europea de Sudáfrica

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Título original:

The Colonization of South Africa: The History and Legacy of the European Subjugation of South Africa

Contenido del libro:

*Incluye fotografías.

*Incluye relatos contemporáneos.

*Incluye recursos en línea y una bibliografía para lecturas adicionales.

"Los bóers eran hostiles hacia los pueblos indígenas africanos, con los que libraban frecuentes guerras de pastoreo, y hacia el gobierno del Cabo, que intentaba controlar los movimientos y el comercio bóers. Comparaban abiertamente su modo de vida con el de los patriarcas israelitas de la Biblia, desarrollando comunidades patriarcales independientes basadas en una economía de pastoreo móvil. Calvinistas acérrimos, se veían a sí mismos como los hijos de Dios en el desierto, una elección cristiana divinamente ordenada para gobernar la tierra y a sus atrasados nativos. A finales del siglo XVIII, los vínculos culturales entre los bóers y sus homólogos urbanos estaban disminuyendo, aunque ambos grupos seguían hablando un tipo de flamenco". - Enciclopedia Británica.

La Guerra de los Boers fue el conflicto que definió la historia de Sudáfrica y uno de los más importantes de la historia del Imperio Británico. Naturalmente, la complicada geopolítica que la sustenta se remonta a siglos atrás. De hecho, la historia europea de Sudáfrica comenzó con la llegada en 1652 de una pequeña flotilla holandesa a la bahía de Table, en el extremo sur del continente africano, que recaló con la intención de establecer un avituallamiento para dar servicio a los barcos de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (Vereenigde Oost-Indische Compagnie) que pasaban por allí. En aquel momento, los holandeses dominaban ampliamente el comercio de las Indias Orientales, y fue su establecimiento en Kaapstad, o Ciudad del Cabo, lo que puso en marcha la larga y a menudo turbulenta historia de Sudáfrica.

Durante más de un siglo, el Cabo siguió siendo un asentamiento de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales y, con el fin de limitar los gastos, se establecieron parámetros estrictos para evitar el desarrollo de una colonia. Sin embargo, a medida que la intolerancia religiosa en Europa impulsaba un goteo constante de emigración, los colonos holandeses empezaron a expandirse informalmente más allá del Cabo, asentándose en el interior, escasamente habitado, al norte y al este de Ciudad del Cabo. Al hacerlo, quedaron cada vez más fuera del ámbito administrativo de la Compañía y desarrollaron una visión individualista del mundo, caracterizada por la independencia y la autosuficiencia. También estaban unidos como sociedad por una interpretación rigurosa y literal del Antiguo Testamento. A su estela, hacia finales del siglo XVII, siguió una oleada de inmigrantes hugonotes franceses, que huían de una renovación del antiprotestantismo en Europa. Se integraron a lo largo de las generaciones siguientes, creando una lengua y una cultura hibridadas que surgieron a su debido tiempo como los holandeses del Cabo, los afrikaner o los bóer.

Las guerras napoleónicas alteraron radicalmente la antigua dinámica de poder europea y, en 1795, los británicos, convertidos en la superpotencia naval mundial, asumieron el control del Cabo como parte del botín de guerra. Al hacerlo, reconocieron el enorme valor estratégico del Cabo a medida que se desarrollaban y ampliaban las rutas marítimas mundiales. La posesión pasó de un lado a otro una o dos veces, pero más o menos a partir de ese momento, los británicos establecieron su presencia en el Cabo, que mantuvieron hasta la unificación de Sudáfrica en 1910. Sin embargo, ésta sólo llegaría tras varias rondas de conflictos.

La colonización de Sudáfrica: Historia y legado de la subyugación europea de Sudáfrica analiza las controvertidas expediciones, los combates y los resultados. Junto con imágenes y una bibliografía, aprenderá sobre la colonización de Sudáfrica como nunca antes.