The Trial and Death of Socrates: With 32-page introduction, footnotes and Stephanus references by F.C. Church, translator (Aziloth Books)
En el año 399 a. C., Sócrates fue juzgado por delitos religiosos y políticos: negarse a reconocer a los dioses de Atenas, introducir nuevas deidades y corromper a la juventud. El veredicto fue de culpabilidad y la pena, la muerte por envenenamiento.
A pesar de crecer en la "Edad de Oro" del liberalismo y la democracia en Grecia, Sócrates no era un demócrata. Influir en los jóvenes con su idea de que la gente necesitaba la dirección de los sabios en lugar del autogobierno, fue probablemente percibido como una amenaza para la apreciada república ateniense. Sócrates se comparaba a sí mismo con un tábano que picaba al "caballo perezoso" de Atenas y lo hacía con celo, creyendo que el propósito que Dios le había asignado era exponer la falsa sabiduría como ignorancia. La conciencia de la propia ignorancia era un primer paso clave hacia la verdadera sabiduría o virtud, declaró, haciendo hincapié en que, aunque él también era ignorante, lo sabía. Y esa, argumentaba, era la razón por la que el oráculo de Delfos proclamaba que "no había hombre más sabio que Sócrates". No es de extrañar, pues, que se picaran los egos y se crearan enemigos.
Sócrates no dejó constancia de su obra, por lo que algunos de sus jóvenes discípulos -el más famoso, Platón- se encargaron de relatar los diálogos de su maestro con atenienses de toda condición. Juicio y muerte de Sócrates es una recopilación de cuatro de esos diálogos -Eutifrón, Apología, Crito y Fedón- que abarcan el periodo que va desde justo antes del juicio de Sócrates, pasando por sus últimos días en prisión, hasta su valerosa muerte. El lector entra en contacto con el método socrático de debate conocido como elenchus, una forma inquebrantable e incisiva de contrainterrogatorio que implicaba una serie de preguntas y respuestas. Para Sócrates, las definiciones y la argumentación racional y silogística eran herramientas clave para debatir y diseccionar temas como la piedad, la virtud, la inmortalidad del alma y la diferencia entre el bien y el mal.
Sócrates, un inadaptado en su época, fue sin duda el primer mártir de la libertad de expresión y transmitió un legado perdurable de cuestionamiento de las normas sociales.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)