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Darius the Great and Xerxes I: The History of the Achaemenid Persian Emperors Who Invaded Ancient Greece
*Incluye imágenes.
*Incluye extractos de relatos antiguos.
*Incluye un índice.
No fue hasta las excavaciones de la década de 1930 cuando pudieron estudiarse por primera vez muchas de las reliquias, relieves y tablillas de arcilla que tanta información ofrecen sobre la vida persa. Gracias a los restos arqueológicos, los textos antiguos y el trabajo de una nueva generación de historiadores, hoy es posible hacerse una idea de esta extraordinaria civilización y de su capital. Aunque la ciudad había sido destruida, el legado de los persas sobrevivió, a pesar de que siguen siendo un enigma para Occidente y no son tan bien comprendidos como los griegos, los romanos o los egipcios. En cierto sentido, el Imperio Persa Aqueménida encierra algunos de los misterios más perdurables de la civilización antigua.
Al considerar a los gobernantes de este imperio, los dos más citados son Jerjes, el líder de la invasión persa de Grecia que provocó el heroico sacrificio de los espartanos y sus aliados en las Termópilas, o Ciro el Grande, el hombre que creó el Imperio Persa. Pero los persas tenían otro gobernante fundamental intercalado entre ellos, y los logros de Ciro y las derrotas de Jerjes no habrían sido posibles sin él. Ese rey era el propio padre de Jerjes, Darío I, más conocido como Darío el Grande.
Darío I subió al trono tras la muerte del hijo de Ciro, Cambises II, y aunque su reinado no habría sido posible sin la construcción del imperio y el trabajo administrativo previo de Ciro el Grande, Darío demostró ser igual de digno del epíteto. Durante su reinado de más de 35 años, Darío mantuvo el control del enorme Imperio Persa a pesar de las numerosas rebeliones y sublevaciones, y también consiguió implementar reformas y mejoras que establecieron la edad de oro del imperio. Siguió el ejemplo de Ciro en su política exterior y en su forma de gobernar, ofreciendo tolerancia y paciencia a diversas culturas y religiones, e incluso tratando con justicia a sus enemigos en la mayoría de los casos.
Tal vez su éxito definitivo pueda verse más claramente en el paso del poder al final de su vida. Para entonces, su reinado había sido largo y estable, y aunque murió de una enfermedad de forma un tanto inesperada, su reino estaba tan firmemente establecido que el reinado pasó a su hijo Jerjes sin ningún tipo de duda o agitación. Bajo el reinado de Darío el Grande, el imperio alcanzó su mayor extensión, extendiéndose desde el valle del Indo y Asia Central en el este hasta Libia y el río Danubio en el oeste.
Jerjes sigue siendo uno de los gobernantes más famosos de la historia porque dirigió la Segunda Guerra Persa contra los griegos. Aquella guerra fue un auténtico choque de civilizaciones y, de haber triunfado los persas, la Atenas clásica se habría extinguido y Grecia nunca habría constituido la columna vertebral de la cultura romana y occidental. En pocas palabras, es posible que Occidente, tal y como es hoy, nunca hubiera existido.
No es de extrañar que la mayoría de las fuentes que se conservan sobre Jerjes sean producto de escritores griegos, por lo que era inevitable que el rey persa haya sido representado en términos poco halagüeños durante miles de años. Los detalles de su invasión de Grecia lo convirtieron en el villano de la dramática narración griega de los trágicos 300 espartanos que tomaron el paso de las Termópilas, y la atención prestada a la derrota de Salamina consolidó su reputación de fracasado a pesar de otros 15 años de gobierno exitoso tras retirarse de Grecia continental. Aunque las Historias de Heródoto ofrecen un relato menos tendencioso que el de algunas fuentes posteriores, sigue describiendo a Jerjes como una figura de trágicos fracasos, que escucha con demasiada frecuencia a los consejeros equivocados y acaba derrumbándose por el peso de su propia arrogancia. Esta clásica aparición como figura de héroe trágico suscita algunas dudas, ya que el estereotipo literario es casi demasiado perfecto y sugiere una falta de profundidad y matiz que caracteriza toda investigación precisa de los individuos históricos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)