La obra completa de Zhuangzi

Opiniones de los lectores

Las reseñas del libro destacan su profundidad filosófica y su encanto literario, y muchos elogian la traducción de Burton Watson por captar la esencia de las enseñanzas de Zhuangzi. Aunque la mayoría de los lectores aprecian el libro por su ingenio y sabiduría, algunos críticos señalan problemas con las opciones editoriales y la presentación, así como el estado físico de algunos ejemplares.

Magistral traducción de Burton Watson, que conserva el estilo y la dicción del original.

Aporta profundas ideas filosóficas e historias atractivas.

(basado en 22 opiniones de lectores)

Título original:

The Complete Works of Zhuangzi

Contenido del libro:

Sólo habitando el Dao (la Vía de la Naturaleza) y viviendo en su unidad puede la humanidad alcanzar la verdadera felicidad y libertad, tanto en la vida como en la muerte.

Este es el principio central de la filosofía taoísta, defendido por la persona -o grupo de personas- conocida como Zhuangzi (369 a 286 a.C.) en un texto del mismo nombre. Para ser libres, los individuos deben descartar las distinciones rígidas entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, y seguir un curso de acción que no esté motivado por la ganancia o el esfuerzo.

Cuando se deja de juzgar los acontecimientos como buenos o malos, desaparece el sufrimiento causado por el hombre y se acepta el sufrimiento natural como parte de la vida. Zhuangzi elucida esta filosofía mística a través del humor, la parábola y la anécdota, empleando el non sequitur e incluso el sinsentido para iluminar una verdad más allá de los límites de la lógica ordinaria. El Zhuangzi, audazmente imaginativo y redactado con inventiva, flota libre de su época histórica y de su sociedad, dirigiéndose al alimento espiritual de todas las personas a través del tiempo.

El Zhuangzi, uno de los textos más justamente célebres de la tradición china, es leído cada año por miles de estudiosos de lengua inglesa, aunque sólo en la romanización Wade-Giles. La romanización pinyin de Burton Watson ajusta el texto a la forma en que lo leen los eruditos chinos y un número cada vez mayor de otros estudiosos.