Primeros años de la aviación francesa, 1905-1930

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Título original:

Early French Aviation, 1905-1930

Contenido del libro:

Francia ha sido calificada por muchos como la cuna de la aviación, un hecho indiscutible, aunque algunos lo hayan intentado. A finales del siglo XIX, era líder mundial en vuelos más ligeros que el aire. Cualquier preocupación por los vuelos más pesados que el aire se desechaba como inevitable, y Francia lo conseguiría a su debido tiempo. En el momento en que Blot preguntó valientemente «¿Por dónde está Inglaterra? el país estaba preparado para subsanar cualquier carencia. Además de liderar la aviación europea, Francia fue la nación que dio nombre a todas las partes de un avión con palabras muchas de las cuales seguimos utilizando hoy en día en todas partes.

Francia fue también el primer país que organizó exhibiciones aéreas. A diferencia de sus homólogos en Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos, los diseñadores franceses eran muy emprendedores y probaron una amplia variedad de estilos aventureros, desde el empujador hasta el canard y desde el monoplano hasta el multiplano. En 1909 se celebró la primera Exposición Aérea en el Grand Palais. La «Exposition Internationale de locomotion a rienne» inauguró lo que se convertiría en una tradición perdurable. Cada año, las exhibiciones de aviones eran un éxito masivo. El diseño interior de Andr Granet, fascinado desde su juventud por la aviación, tuvo tanto éxito que el Automobile-Club encargó a Granet que hiciera lo mismo para las exposiciones de automóviles.

No es de extrañar que todas estas proezas, todos estos logros tecnológicos y todas estas innovaciones atrajeran a periodistas y fotógrafos como polillas a la llama. Los hombres, las máquinas, los lugares y los acontecimientos fueron registrados, informados, reproducidos y luego archivados. Cientos de imágenes aparecieron impresas, pero miles se imprimieron sólo como copias de contacto a partir de negativos de cristal de gran formato y luego desaparecieron en álbumes para caer en el olvido. A mediados de los años noventa, el autor encontró uno de esos tesoros: varios álbumes cubiertos de polvo que contenían unas quinientas imágenes de aviones, dirigibles y exposiciones; es dudoso que la mayoría de ellas se hayan publicado antes, por lo que ésta será probablemente la primera vez que se muestren los acontecimientos de estos pioneros franceses.