El camino del alma después de la muerte: La comunidad de vivos y muertos según el testimonio de Rudolf Steiner en sus panegíricos y discursos fúnebres

Título original:

The Path of the Soul After Death: The Community of the Living and the Dead as Witnessed by Rudolf Steiner in His Eulogies and Funeral Addresses

Contenido del libro:

"Sólo nos separan de los mundos espirituales los estados de conciencia, no las circunstancias espaciales. Los estados de conciencia son los que nos separan". -- Rudolf Steiner

Rudolf Steiner veía las relaciones con los muertos como la "actitud religiosa del futuro" en el sentido más elevado. Sentirse cómodo pensando y hablando de los muertos tan concretamente como hablamos de los vivos afectará profundamente a la actividad humana. Para Steiner, la "vivificación" e incluso la "santificación" de la existencia terrenal no sólo están relacionadas directamente con nuestra relación con la muerte y con los difuntos.

De hecho, esa relación profundiza esas cualidades y las hace posibles. Steiner habló con frecuencia sobre la muerte y la existencia continuada del alma humana, así como sobre la importancia de establecer un nuevo tipo de comunidad que una a las almas humanas espiritualmente activas que perduran más allá de la muerte.

El camino del alma después de la muerte muestra cómo Rudolf Steiner conmemoraba a los muertos, las palabras que elegía utilizar y sus descripciones -a veces muy detalladas- de los procesos internos implicados. Lo que queda claro es hasta qué punto sus conexiones con los difuntos daban forma a sus discursos y se relacionaban con su nueva etapa de existencia. En la medida en que sus palabras estaban en armonía con el desarrollo del alma humana tras la muerte, no sólo recapitulaban una biografía, sino que también ayudaban al individuo fallecido en el camino tras la muerte.

No podemos comprender la verdadera profundidad y significado de las palabras de Steiner sobre los que han muerto si no es sobre el trasfondo de un estudio antropológico del periodo inmediatamente posterior a la muerte. La segunda parte del libro, por tanto, es un relato asombrosamente claro y detallado de la investigación antroposófica sobre el proceso de morir y el camino del alma después de la muerte. Nos dice:

"El fenómeno de la muerte se establece así: En el momento de la muerte, la conexión de los cuerpos etérico y astral con los cuerpos físicos se disuelve, concretamente en el corazón. El corazón se ilumina, por así decirlo, y entonces el cuerpo etérico, el cuerpo astral y el yo se elevan por encima de la cabeza".

Rudolf Steiner describió este "momento de haber muerto" como el "acontecimiento consumado". Durante el tiempo que el individuo pasa fuera de la Tierra, este momento está constantemente a la vista. Está lleno de belleza, grandeza y calor soleado relacionado con Cristo. Es esencial para desarrollar y mantener dinámicamente la autoconciencia adaptada específicamente al mundo espiritual. A este respecto, Rudolf Steiner dijo:

"A lo largo de la vida humana, entre la muerte y un nuevo nacimiento, es posible mirar hacia atrás al momento de la muerte, y por lo tanto ese momento proporciona nuestra conciencia después de la muerte. Sabemos que hemos dejado a un lado nuestro cuerpo físico. Saber esto y tenerlo constantemente ante nosotros nos proporciona nuestra autoconciencia después de la muerte, del mismo modo que obtenemos la autoconciencia aquí en el mundo físico de tener realmente un cuerpo físico.

"Cuando estamos fuera del cuerpo físico con nuestro cuerpo astral y nuestro yo, entre que nos dormimos y volvemos a despertar, no tenemos conciencia del mundo físico. Al despertar, debemos volver a ocupar estos cuerpos para que la conciencia del yo pueda florecer de nuevo. Después de la muerte, cada vez que recordamos el momento de morir, cada vez que todo ese acontecimiento -tan grandioso y hermoso desde la perspectiva del otro lado- se presenta ante nuestra alma, la conciencia se reaviva. La conciencia después de la muerte depende enteramente de la visión repetida de este momento". (Kassel, 18 de febrero de 1916)

El camino del alma después de la muerte es una importante aportación al conjunto de la literatura antroposófica sobre nuestra relación en la Tierra con los que han muerto. Peter Selg hace un gran servicio al recoger y ampliar gran parte de lo que Steiner tenía que decir sobre el tema.

Este libro es una traducción del alemán de Rudolf Steiner Toten-Gedenken: Die Verstorbenen, der Dornacher Bau und die Anthroposophische Gesellschaft (Verlag Ita Wegman Institut, 2009).