South Beach Diet
El veredicto es que esos carbohidratos simples de los que hemos estado viviendo nos están matando. Para gozar de buena salud, tenemos que controlar el azúcar en sangre y acabar con los antojos incesantes.
O eso dice el Dr. Arthur Agatston, autor de La dieta de South Beach. La primera mitad del libro detalla los fundamentos científicos de la dieta.
La mayoría de las explicaciones giran en torno a por qué cosas que creías saludables -zumo de naranja, tostadas de trigo, zanahorias- son en realidad malignas.
Para evitar las subidas de azúcar en sangre, Agatston creó un plan modificado de hidratos de carbono, recomendando abundantes alimentos ricos en fibra, proteínas magras y grasas saludables, al tiempo que suprimía el pan, el arroz, las pastas y las frutas. Las principales diferencias con otras dietas son la falta de preocupación por el tamaño de las porciones y una gran indiferencia por el ejercicio.
Sentirse lleno mientras se sigue una dieta es algo bonito, pero parece extraño que un cardiólogo entierre sus recomendaciones de ejercicio en una frase solitaria. La última mitad del libro abarca su plan en tres fases; las dietas diarias se mezclan con recetas, algunas de ellas de chefs de restaurantes de South Beach. El período más restrictivo dura sólo dos semanas, tiempo suficiente para estabilizar los impulsos y perder unos kilos; la segunda fase añade frutas y un puñado de otros carbohidratos, mientras que la tercera está pensada para durar el resto de la vida, con lapsos ocasionales para comer pan blanco o tarta de cumpleaños.
Aunque la dieta es sólida, el libro podría estar mejor organizado. La primera mitad mezcla estudios científicos con anécdotas de forma aparentemente aleatoria, mientras que la mezcla de planes de comidas y recetas puede resultar confusa. Aun así, las recetas son variadas y sabrosas, y nunca te sentirás privado, a menos que actualmente vivas sólo de pan.
--Jill Lightner
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)