Tarubadur Tales: Folklore, Fairy Tales and Legends from North Africa and Ancient Egypt
El Sáhara recorre de este a oeste la parte más ancha de África, un vasto desierto que divide el continente en dos regiones principales. El norte de África comprende la costa mediterránea desde Marruecos hasta Egipto e incluye el valle del río Nilo hasta Etiopía. Con fuertes lazos con los mundos mediterráneo y árabe, los norteafricanos sintieron la influencia del cristianismo hacia el 300 d.C., y en el 700, gran parte de la zona quedó bajo la influencia del Islam.
Los habitantes del Magreb y el Sáhara hablan varios dialectos del bereber y el árabe y siguen casi exclusivamente el Islam. Las lenguas árabe y bereber están muy emparentadas, ya que ambas pertenecen a la familia afroasiática. Los dialectos del Sáhara suelen considerarse notablemente más conservadores que los de las ciudades costeras. A lo largo de los años, los pueblos bereberes han recibido influencias de otras culturas con las que entraron en contacto: Nubios, griegos, fenicios, egipcios, romanos, vándalos, árabes y, últimamente, europeos. Las culturas del Magreb y el Sáhara, por tanto, combinan elementos autóctonos bereberes, árabes y de las zonas vecinas de África y más allá. En el Sáhara, la distinción entre los habitantes sedentarios de los oasis y los beduinos y tuaregs nómadas es especialmente marcada.
Los diversos pueblos del Sáhara suelen clasificarse en función de criterios etnolingüísticos. En el Magreb, donde las identidades árabe y bereber suelen estar integradas, estas líneas pueden ser difusas. Algunos norteafricanos de habla bereber pueden identificarse como "árabes" dependiendo de las circunstancias sociales y políticas, aunque un número considerable de bereberes, o imazighen, han conservado una identidad cultural distinta que en los últimos tiempos se ha expresado como una clara identificación étnica con la historia y la lengua bereberes. Los norteafricanos de habla árabe, independientemente de su origen étnico, suelen identificarse con la historia y la cultura árabes y pueden compartir una visión común con otros árabes. Sin embargo, esto puede o no excluir el orgullo y la identificación con el bereber u otras partes de su patrimonio.
El valle del Nilo, que atraviesa el norte de Sudán, tiene sus orígenes en las antiguas civilizaciones de Egipto y Kush. A lo largo de los siglos, los egipcios han cambiado su lengua del egipcio al árabe egipcio moderno, conservando al mismo tiempo un sentimiento de identidad nacional que históricamente los ha diferenciado de otros pueblos de la región. La mayoría de los egipcios son musulmanes suníes y una minoría significativa profesa el cristianismo copto. En Nubia, a caballo entre Egipto y Sudán, una población significativa conserva la antigua lengua nubia pero ha adoptado el Islam. En el norte de Sudán vive una población mayoritariamente árabe musulmana, pero más abajo, en el valle del Nilo, se encuentran los pueblos nilóticos y nuba, mayoritariamente no musulmanes.
Como sin duda comprenderá, esta rica mezcla de migraciones y contactos ha influido profundamente en la narrativa de los diversos grupos culturales, étnicos y religiosos del Norte de África. Existe la mezcla habitual de magia y animismo y un fuerte sentido del deber y la moralidad, aunque esos sentidos sean un poco diferentes de algunas de las normas culturales de principios del siglo XXI. También hay la mezcla habitual de fuerza y brutalidad en el folclore y los cuentos de hadas, temas que hemos visto en todos los libros de la serie Fireside.
Dicho esto, y como siempre, la selección y adaptación de estos cuentos ha sido a la vez un placer y un trabajo, pero siempre un trabajo de amor.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)