Uno, ninguno y cien mil

Título original:

One, None and a Hundred Thousand

Contenido del libro:

Después de todo, el "Moscarda" que él creía ser era diferente cuando estaba solo, o con su mujer, su inquilina o sus amigos. Y había cientos -no, miles- de Moscardas más en las mentes de todos los que le habían conocido u oído hablar de él.

Moscarda se enfrentaba a este nuevo conocimiento: que él no era quien creía ser, ni quien los demás creían que era. ¿Y la gente que le rodeaba? Tampoco eran quienes él creía que eran.

Así que decidió, según sus propias palabras, "... averiguar quién era yo, al menos para los más cercanos a mí, los llamados conocidos, y divertirme descomponiendo maliciosamente el yo que yo era para ellos". Lo que sigue es una serie de experimentos destinados a desconcertar y confundir a quienes le rodeaban y a demostrar que, en realidad, no era quien ellos creían que era.

Escrita por el Premio Nobel Luigi Pirandello a lo largo de 15 años, Uno, ninguno y cien mil fue una mirada innovadora a la naturaleza de la identidad y del yo.

Pirandello no era ajeno a la reinvención y la pérdida de identidad. Nacido en el seno de una familia siciliana acomodada, parecía destinado a seguir a su padre en los negocios como comerciante de azufre. En lugar de ello, pasó su juventud escribiendo cuentos, y más tarde destacó en los estudios literarios.

Sus primeros trabajos como escritor y profesor en el Istituto Superiore di Magistero di Roma le permitieron mantenerse a sí mismo, a su mujer y a sus tres hijos, además de recibir una asignación de su padre y la dote de su mujer.

Pero en 1903, la familia se arruinó cuando las minas de azufre en las que había invertido su padre se inundaron y quedaron destruidas. La fortuna familiar desapareció, incluida la dote de su esposa. La noticia la conmocionó tanto que sufrió un colapso mental total. A raíz de aquello, sufrió alucinaciones y ansiedades que la perseguirían el resto de su vida.

Al principio, con una mujer enferma y sin dinero, Pirandello pensó en el suicidio. Sin embargo, redobló sus esfuerzos. Aceptó más trabajos como profesor y escribió a un ritmo vertiginoso. A lo largo de su carrera escribió siete novelas, numerosos cuentos, poesía y unas cuarenta obras de teatro.

La cuestión de la identidad aparece una y otra vez en la obra de Pirandello. En su obra Para vestir al desnudo, la protagonista trata de reinventarse a sí misma, y cada identidad posterior le es arrebatada por los demás. En La vida que te di, una madre se enfrenta a la verdad de que su hijo desaparecido no es la persona que ella había creado en su mente. Al final, prefiere aferrarse a su ficción antes que enfrentarse a la realidad.

En Seis personajes en busca de autor, la obra más famosa de Pirandello, seis personajes inéditos e incompletos suben a un escenario y exigen que un director y sus actores cuenten sus historias. Pero, por supuesto, los límites entre realidad e invención se difuminan, volviéndose más absurdos a medida que avanza la obra. Esta obra causó tal revuelo la noche del estreno en Roma que estalló una pelea entre el público, lo que obligó a Pirandello a huir del teatro con su hija. Ese mismo año, la misma obra sería aclamada por los críticos de Milán como una obra de genio.

La obra de Pirandello se consideró más tarde precursora del Teatro del Absurdo, en el que los escritores exploran el sinsentido de la existencia humana a través de situaciones deliberadamente confusas y diálogos sin sentido.

A su muerte, en 1936, Pirandello era un escritor conocido y respetado en el mundo del teatro y la literatura. Aunque su nombre no sería reconocido por muchos hoy en día, sus contribuciones a la literatura pueden verse en la obra posterior de escritores notables como Jean-Paul Sartre y el también Premio Nobel Samuel Beckett, entre otros.