Sobre la monogamia

Título original:

On Monogamy

Contenido del libro:

En cuanto a lo que pertenece a la antigüedad, ¿qué tipo formal más antiguo puede ser presentado, que la fuente original de la raza humana? Una hembra formó Dios para el varón, entresacando una costilla suya, y (por supuesto) (una) de una pluralidad. Pero, además, en el discurso introductorio que precedió a la obra misma, dijo: "No es bueno que el hombre esté solo; hagámosle una ayuda".

Pues habría dicho "ayudantes" si le hubiera destinado a tener más esposas (que una). Añadió, además, una ley relativa al futuro; es decir, si las palabras "Y los dos se convertirán en una sola carne" -no tres, ni más; de lo contrario, ya no serían "dos" si hubiera más- fueron pronunciadas proféticamente. La ley se mantuvo (firme).

En resumen, la unidad del matrimonio duró hasta el final en el caso de los autores de nuestra raza; no porque no hubiera otras mujeres, sino porque la razón de que no las hubiera era que las primicias de la raza no se contaminaran con un doble matrimonio.

De lo contrario, si Dios lo hubiera querido, habría habido otras; en todo caso, podría haber tomado de la abundancia de sus propias hijas una Eva de sus propios huesos y carne, si la piedad lo hubiera permitido. Pero donde el primer crimen (se encuentra) el homicidio, inaugurado en el fratricidio--ningún crimen era tan digno del segundo lugar como un doble matrimonio.

Pues es indiferente que un hombre haya tenido dos esposas solteras, o que los individuos (tomados) al mismo tiempo hayan hecho dos. El número de (los individuos) unidos y separados es el mismo. Sin embargo, la institución de Dios, después de haber sufrido violencia de una vez por todas por medio de Lamec, permaneció firme hasta el fin mismo de esa raza.

Segundo Lamec no surgió ninguno, en la manera de ser marido de dos mujeres. Lo que la Escritura no señala, lo niega. Otras iniquidades provocan el diluvio: (iniquidades) vengadas de una vez por todas, cualquiera que fuese su naturaleza; no, sin embargo, "setenta y siete veces", que (es la venganza que) han merecido los matrimonios dobles.