Política de la naturaleza: Cómo introducir las ciencias en la democracia

Opiniones de los lectores

El libro de Latour presenta una visión desafiante pero sugerente sobre la política y la interacción entre la humanidad y el mundo no humano, aunque se enfrenta a críticas por su complejo estilo de escritura y las caracterizaciones erróneas de su contenido.

⬤ Presentación clara y perspicaz de ideas innovadoras.
⬤ Aborda la relación entre elementos humanos y no humanos en un contexto políticamente ecológico.
⬤ Recomendado para los interesados en las crisis ecológicas y las nuevas perspectivas políticas.
⬤ Proporciona una perspectiva diferente que incita a la reflexión profunda.

⬤ Difícil de entender debido a un estilo de escritura complejo y ampuloso.
⬤ Utiliza términos erróneos y caracteriza mal campos como la ecología política.
⬤ Algunos lectores consideran que el contenido es vago y poco claro, lo que dificulta su comprensión.
⬤ Es posible que no tenga buena acogida entre los lectores no familiarizados con la obra de Latour o que carezcan de los conocimientos previos adecuados.

(basado en 7 opiniones de lectores)

Título original:

Politics of Nature: How to Bring the Sciences Into Democracy

Contenido del libro:

Obra capital de uno de los pensadores más innovadores de nuestro tiempo, La política de la naturaleza no hace sino establecer el contexto conceptual de la ecología política, transplantando los términos de la ecología a un terreno filosófico más fértil de lo que sus defensores habían imaginado hasta ahora. Bruno Latour anuncia su proyecto de forma dramática: "La ecología política no tiene nada que ver con la naturaleza, ese batiburrillo de filosofía griega, cartesianismo francés y parques americanos".

La naturaleza, afirma, lejos de ser un dominio evidente de la realidad, es una forma de ensamblar el orden político sin el debido proceso. Así, su libro propone el fin de la vieja dicotomía entre naturaleza y sociedad, y la constitución, en su lugar, de un colectivo, una comunidad que incorpore a humanos y no humanos y se base en las experiencias de las ciencias tal y como se practican en la realidad.

En una crítica de la distinción entre hecho y valor, Latour sugiere una nueva descripción del tipo de filosofía política implicada en tal división de "sentido común", que aquí se revela como claramente no consensual y, de hecho, fatal para la democracia y para un desarrollo saludable de las ciencias. Más allá de las instituciones modernistas del "mononaturalismo" y el "multiculturalismo", Latour desarrolla la idea del "multinaturalismo", una colectividad compleja determinada no por expertos externos que reivindican la razón absoluta, sino por "diplomáticos" flexibles y abiertos a la experimentación.