La sensibilidad artística como enfoque espiritual para conocer la vida y el mundo: (Cw 161)

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Título original:

Artistic Sensitivity as a Spiritual Approach to Knowing Life and the World: (Cw 161)

Contenido del libro:

Las nociones ortodoxas actuales de ciencia -es decir, de conocimiento- son excesivamente estrechas.

Postulan, implícitamente o no, que el único conocimiento posible, si lo hay, es el del mundo físico. Pero la llave maestra para abrir la puerta, detrás de la cual se encuentra la raíz de los problemas y dificultades de nuestra época, y por tanto su solución, es poder responder plenamente a esta pregunta: ¿Qué es saber algo? Esta pregunta está en la base de la ciencia espiritual. Rudolf Steiner tuvo primero que resolverla por sí mismo, señalando el camino para que otros hicieran lo mismo (por ejemplo, en su Filosofía de la Libertad), mucho antes de poder dar conferencias como éstas.

La obra y las palabras de Rudolf Steiner, aún poco conocidas en comparación con su valor para la humanidad, siguen señalando el camino hacia una vía diferente: una forma de conocimiento que abarca la plenitud, la amplitud y la profundidad de la vida y de los mundos que habitamos. Este conocimiento, es decir, la ciencia, no ignora ni contradice las ciencias físicas más limitadas de los tecnólogos y otros especialistas, sino que ofrece una comprensión amplia de la realidad que también incluye un compromiso más profundo con aquellos aspectos de nuestra experiencia que se nos dice que están más allá del alcance de la ciencia. Pero, ¿no se puede acceder a la verdad a través del arte? ¿No son la poesía y la literatura, la belleza y la sabiduría de cada lengua humana, portales a través de los cuales podemos vislumbrar verdades tan reales (aunque de un orden diferente) como las que podríamos captar a través de un microscopio?

Estas trece conferencias se pronunciaron en Dornach, Suiza, de enero a mayo de 1915, entre el quinto y el noveno mes de la Primera Guerra Mundial. Dada la naturaleza interrumpida y fragmentada de esta secuencia, cabría suponer que las conferencias no podrían presentar un conjunto unido y coherente. Pero no es así. Rudolf Steiner establece el marco de la serie de forma concisa pero detallada en las dos primeras conferencias, y a continuación demuestra en una conferencia tras otra cómo, sobre esta base, muchos aspectos de la vida revelan la presencia y las actividades ocultas de las realidades -y el enfoque- que ha establecido en el marco. De hecho, es humillante ser testigo del poder de atención y presencia de ánimo de Rudolf Steiner: ver cómo, tras un intervalo significativo, en el mismo tono de voz y con una continuidad sin fisuras, puede retomar y seguir desarrollando y entretejiendo su anunciada intención: a saber, ofrecer "una mirada detallada a cosas que hemos estado considerando durante años".