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Las reseñas destacan el carácter intemporal y las lecciones morales de las Fábulas de Esopo, apreciadas por su valor nostálgico y su facilidad de lectura, especialmente señalada en la edición Kindle. Sin embargo, algunos lectores consideran que la redacción es complicada para los niños y opinan que no todas las historias son atractivas.
Ventajas:Moralejas y lecciones atractivas, valor nostálgico, fácil de leer en la edición Kindle, un clásico con una larga historia, adecuado para todas las edades, excelente para leer a los niños.
Desventajas:La redacción puede resultar confusa para los niños, algunas historias parecen anticuadas o poco atractivas, falta de ilustraciones en la versión Kindle y algunos lectores pueden no encontrarlo entretenido.
(basado en 62 opiniones de lectores)
Aesop's Fables (Wisehouse Classics Edition)
Las FÁBULAS DE ESOPO o AESOPICA son una colección de fábulas atribuidas a Esopo, un esclavo y cuentacuentos que se cree vivió en la antigua Grecia entre los años 620 y 560 antes de Cristo. De orígenes diversos, las historias asociadas al nombre de Esopo han llegado a nuestros días a través de diversas fuentes. Siguen reinterpretándose en diferentes registros verbales y en medios tanto populares como artísticos.
En un principio, las fábulas sólo fueron narradas por Esopo, y durante mucho tiempo se transmitieron por la incierta vía de la tradición oral. Platón menciona que Sócrates empleó su tiempo en la cárcel, esperando el regreso de la nave sagrada de Delfos que iba a ser la señal de su muerte, en convertir algunas de estas fábulas en versos, pero sólo versificó las que recordaba. Se dice que Demetrio Falereo, filósofo de Atenas hacia el año 300 a.C., hizo la primera recopilación de estas fábulas. Fedro, esclavo por nacimiento o por desgracias posteriores, y admitido por Augusto a los honores de un liberto, imitó muchas de estas fábulas en yámbicos latinos alrededor del comienzo de la era cristiana. Aphthonius, un retórico de Antioquía, A. D. 315, escribió un tratado sobre, y convirtió en prosa latina, algunas de estas fábulas. Esta traducción es la más digna de mención, ya que ilustra una costumbre de uso común, tanto en estos tiempos como en los posteriores. Los retóricos y filósofos acostumbraban a dar las Fábulas de Esopo como ejercicio a sus eruditos, no sólo invitándoles a discutir la moraleja del cuento, sino también a practicar y perfeccionarse en el estilo y las reglas gramaticales, haciendo ellos mismos nuevas y diversas versiones de las fábulas.
Ausonio, amigo del emperador Valentiniano y último poeta eminente del Imperio de Occidente, transmitió algunas de estas fábulas en verso, que Juliano Tiziano, un escritor contemporáneo de no gran nombre, tradujo a prosa. Avieno, también contemporáneo de Ausonio, puso algunas de estas fábulas en elegíacos latinos, que recoge Nevelet (en un libro al que nos referiremos más adelante), y que se incorporan ocasionalmente a las ediciones del Fedro. Siete siglos transcurrieron antes de que se volviera a encontrar noticia de las Fábulas de Esopo...
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)