The Face-to-Face Principle: Science, Trust, Democracy and the Internet
Internet está cambiando la forma de crear y entender el conocimiento. Se está pasando de crear conocimiento a través de la interacción cara a cara a crear conocimiento a través de la interacción a distancia. Los autores de este libro creen que este cambio, si no se controla, podría ser desastroso para el futuro a largo plazo de la democracia pluralista y para la propia idea de verdad. El libro explica en qué consiste el cambio, por qué es tan peligroso y qué hay que hacer para detenerlo.
Que tales peligros son reales queda claro por los recientes acontecimientos, que incluyen el asalto al Capitolio de EE.UU. en enero de 2020 por alborotadores que no estaban dispuestos a creer el resultado de las elecciones, y las muchas "controversias" similares en torno a la pandemia de Covid-19.
El argumento se construye en tres etapas, empezando por el papel fundamental de la interacción cara a cara. El elemento clave de esta primera sección es una clasificación de las distintas características de la interacción cara a cara. En ella se combina una amplia investigación en sociología de la ciencia con conocimientos de otros campos, para identificar las formas en que las interacciones cara a cara permiten la formación de las sociedades. Esto comienza con la socialización primaria, a través de la cual aprendemos los objetos que conforman nuestra realidad, y se extiende a la socialización secundaria y otras formas de aprendizaje. En todos los casos, la confianza en los demás, basada en la interacción cara a cara, es crucial, y la ciencia proporciona tanto la institución ejemplar de producción de conocimiento como el caso duro sobre el que se establece la necesidad irreductible de la interacción cara a cara.
A continuación, los autores examinan el desarrollo de la comunicación a distancia y ofrecen un análisis sistemático de sus puntos fuertes y débiles. Este elemento comparativo es importante: la comunicación cara a cara no siempre es buena y la comunicación a distancia no siempre es mala. De hecho, gran parte de la sociedad moderna sería imposible sin la comunicación a distancia. Sin embargo, existe un límite a la hora de sustituir la interacción cara a cara. Esto se ilustra con estudios de casos, basados en la amplia experiencia de los autores, que examinan lo que ocurre en entornos en los que la comunicación a distancia podría parecer preferible, y muestran que, a pesar de sus aparentes ventajas, no puede reproducir todas las funciones de la interacción cara a cara.
La tercera y última etapa del argumento aplica este análisis a los problemas a los que se enfrentan las sociedades democráticas. Los autores demuestran que las redes sociales permiten a los usuarios crear una "ilusión de intimidad" y utilizar la comunicación a distancia para fomentar la desinformación y la desconfianza a escala industrial. Esta evolución está relacionada con el auge del populismo y el riesgo que supone para las formas más pluralistas de democracia, caracterizadas por controles y equilibrios institucionales. Basándose en las virtudes de la comunicación cara a cara, los autores sostienen que la "conservación de la democracia" depende de que los ciudadanos comprendan las consecuencias a largo plazo de una dependencia excesiva de la comunicación a distancia. Concluyen, por tanto, retomando los temas expuestos al principio del libro, a saber, el papel crucial que desempeña la confianza en las sociedades modernas y la importancia de las interacciones cara a cara para reproducir esa confianza, así como las instituciones democráticas en las que debe depositarse. Todo ello debería formar parte de la educación cívica del futuro y reviste una importancia inmediata para los políticos y los científicos sociales y políticos, entre otros.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)