Puntuación:
El libro «Yo, mamífero», de Loretta Breuning, explora los factores biológicos y evolutivos que influyen en el comportamiento humano, sobre todo en relación con el estatus social y las respuestas emocionales. Ofrece una visión de cómo nuestro cerebro de mamífero afecta a nuestras interacciones y percepciones, proporcionando una perspectiva fresca que es a la vez práctica y esclarecedora.
Ventajas:Los lectores aprecian el libro por su estilo accesible, la profundidad de sus conocimientos sobre el comportamiento humano y las aplicaciones prácticas para comprender las emociones y la dinámica social. Muchos lo consideran transformador, destacando su relevancia para las luchas personales con la salud mental, la ansiedad por el estatus y las relaciones interpersonales. Se alaba al autor por simplificar conceptos neurocientíficos complejos y hacerlos comprensibles.
Desventajas:Algunos lectores mencionan algunos aspectos negativos, como la calidad percibida del diseño y la presentación física del libro. Unas pocas críticas sugieren que las ideas del autor no se enfatizan del todo o que el libro podría lograr un reconocimiento más amplio. Además, existe la sensación de que, aunque el libro es útil, puede que no resuelva cuestiones muy arraigadas sin una mayor introspección y comprensión.
(basado en 49 opiniones de lectores)
I, Mammal: How to Make Peace With the Animal Urge for Social Power
Hemos heredado un cerebro que busca respeto y atención como si su vida dependiera de ello. El cerebro de mamífero te recompensa con la agradable sensación de calma de la serotonina cuando obtienes respeto y atención. Pero la serotonina se metaboliza rápidamente y hay que hacer más para obtener más. Cada cerebro intenta obtenerla de formas que antes funcionaban, porque las anteriores oleadas de serotonina construyeron una vía en tu cerebro. Por eso los mamíferos están tan ávidos de poder social y ven los obstáculos al poder social como amenazas a la supervivencia.
Los mamíferos viven en grupos para protegerse de los depredadores, pero la vida en grupo es frustrante. Los individuos de mayor estatus acaban teniendo mejores oportunidades de apareamiento y lugares para buscar comida. No intentan propagar sus genes, pero la selección natural construyó un cerebro que les recompensa con una buena sensación cuando hacen cosas que promueven sus genes. Nuestro apetito por el estatus es tan natural como nuestro apetito por la comida y el sexo. Por eso el "estatus basura" llama la atención de la gente.
Este libro le muestra cómo disfrutar de la serotonina sin las frustraciones de una búsqueda interminable de poder social.
Puedes decir que estás "en contra del estatus", pero si llenaras una habitación de gente que dijera eso, pronto se formaría una jerarquía de estatus basada en lo mucho que insiste cada persona. Nunca pensarías esto con palabras, pero el cerebro de los mamíferos funciona con neuroquímicos en lugar de palabras. Tus altibajos neuroquímicos tienen sentido cuando sabes cómo el poder social promueve la supervivencia en el mundo animal. No nos pasa nada. Somos mamíferos. Trabajamos duro para contener estos impulsos y podemos celebrar lo bien que lo hacemos con el equipo mental que tenemos en lugar de centrarnos en nuestros defectos.
El cerebro de los mamíferos evolucionó para promover la supervivencia mediante alianzas sociales. Prepara al mamífero para convivir con individuos más fuertes y más débiles. Se compara constantemente con los que le rodean. Si se ve a sí mismo en una posición de debilidad, libera cortisol ("la sustancia química del estrés"), que le motiva a contenerse para evitar conflictos. Si se ve en posición de fuerza, libera serotonina y cede al impulso de satisfacer sus necesidades. Los seres humanos experimentamos esta dinámica constantemente, y por eso tenemos tantas palabras para designarla: ego, competitividad, orgullo, respeto, superación, confianza en uno mismo, búsqueda de atención, dominación social, arrogancia, ascenso social, asertividad, manipulación, ambición, oposición. Por fin podemos dar sentido a nuestro cerebro híbrido gracias a un cúmulo de investigaciones en zootecnia y neurociencia.
No es fácil ser mamífero.
El ansia de poder social es fácil de ver en los demás, especialmente en tus rivales sociales. Es difícil de aceptar en ti mismo y en tus aliados sociales. Puedes cablearte para estimular tu serotonina sin ser un "imbécil". Cuando comprendes tu mamífero interior, puedes aprender a relajarte con tu posición social en lugar de ser prisionero del "estatus basura". Qué alivio.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)