Viaje por el James: Tres semanas por el corazón de Virginia

Título original:

Journey on the James: Three Weeks Through the Heart of Virginia

Contenido del libro:

Desde sus comienzos como un hilo de agua helada en el extremo noroeste de Virginia hasta su desembocadura kilométrica en Hampton Roads, el río James ha sido testigo de más historia que ningún otro elemento del paisaje estadounidense: como hogar del primer asentamiento inglés en el continente, como autopista para los nativos americanos y los primeros colonos, como campo de batalla en la Revolución y la Guerra Civil y como cuna de la marina estadounidense del siglo XX. En 1998, inquieto en su trabajo de reportero del Norfolk Virginian-Pilot, Earl Swift consiguió un encargo para recorrer todo el James.

No se había subido a una canoa desde sus tiempos de Boy Scout, y sabía que el río tiene aguas bravas, por no hablar de los obstáculos artificiales, que desafían incluso a los remeros experimentados. Pero con el apoyo del fotógrafo de Pilot Ian Martin y un montón de comida liofilizada y cerveza, Swift se propuso sumergirse -esperaba que no literalmente- en el río y su historia. Swift sobrevivió y nos trajo esta absorbente crónica de tres semanas en una canoa de plástico de cuatro metros y cuatrocientos años en la vida de Virginia.

Impulsado por el humor y una intrépida curiosidad por la tierra, los edificios y la gente de las orillas, y anclado por su compañero Martin -cuyas fotografías acompañan al texto- Swift apunta con su arco a través de los fantasmas de un pasado fronterizo, pasando por fuertes confederados y campos de prisioneros de guerra, molinos de antebellum, canales en ruinas, ciudades desaparecidas e industrias que despiden efluentes. A lo largo de las orillas, solitarias praderas se alternan con suburbios y centrales eléctricas, puertos deportivos y los relucientes rascacielos del centro del Nuevo Sur de Richmond.

A pesar de los chapuzones, las arañas lobo, la fiebre del canal y los vientos de veinte nudos, Swift consigue llegar a la bahía de Chesapeake. Los lectores que le acompañen en su Viaje por el James se llevarán el placer acumulado, si no los moratones y el barro, de cuatrocientas millas de aventura e historia en la vida de una de las grandes cuencas hidrográficas de Estados Unidos.