Puntuación:
El libro analiza los retos que plantea la integración de la tecnología en la educación K-12 y sostiene que la mera dotación de ordenadores en las aulas es insuficiente para mejorar los resultados del aprendizaje. Ofrece una visión crítica sobre la eficacia de la tecnología en las escuelas, apoyada en diversos estudios de casos e investigaciones.
Ventajas:Bien escrito y que invita a la reflexión, ofrece una visión clara de los retos a los que se enfrentan los educadores con la tecnología, con el apoyo de importantes investigaciones y estudios de casos. Anima a los lectores a replantearse el papel de los ordenadores en los entornos de aprendizaje y su uso eficaz.
Desventajas:Algunos lectores consideran que el análisis está poco desarrollado y que la redacción es farragosa. Aunque el libro presenta puntos válidos sobre la sobreventa de tecnología en la educación, los críticos argumentan que carece de profundidad y puede parecer repetitivo u obvio para padres y educadores informados.
(basado en 17 opiniones de lectores)
Oversold and Underused: Computers in the Classroom
Impulsados por la exigencia de aumentar la fuerza de Estados Unidos en la nueva economía global, muchos educadores, funcionarios públicos, líderes empresariales y padres argumentan que los ordenadores escolares y el acceso a Internet mejorarán el aprendizaje académico y prepararán a los alumnos para un lugar de trabajo basado en la información.
Pero, ¿hasta qué punto es válido este argumento? En Oversold and Underused, una de las voces más respetadas de la educación norteamericana sostiene que, cuando no se da voz a los profesores en la remodelación de los centros, los ordenadores se convierten en meras máquinas de escribir y las aulas siguen funcionando como hace una generación. En sus estudios sobre las aulas de educación infantil, secundaria y universitaria en Silicon Valley, Larry Cuban descubrió que los alumnos y los profesores utilizan las nuevas tecnologías mucho menos en el aula que en casa, y que los profesores que utilizan los ordenadores para la enseñanza lo hacen con poca frecuencia y de forma poco imaginativa.
Cuban señala que los contextos económicos históricos y organizativos influyen en la forma en que los profesores utilizan las innovaciones técnicas. Los ordenadores pueden ser útiles cuando los propios profesores comprenden suficientemente la tecnología, creen que mejorará el aprendizaje y tienen poder para configurar sus propios planes de estudio. Pero estas condiciones no pueden cumplirse sin un compromiso más amplio y profundo con la educación pública que vaya más allá de la preparación de los trabajadores. Hay que prestar más atención, dice Cuban, a los objetivos cívicos y sociales de la escolarización, objetivos que hacen trivial la cuestión de cuántos ordenadores hay en las aulas.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)