Puntuación:
El libro contiene el famoso sermón de Jonathan Edwards, «Los pecadores en manos de un Dios airado», y se considera tanto un artefacto histórico como un importante clásico cristiano. Los lectores aprecian sus referencias bíblicas y la fuerza con que se pronuncia, y muchos lo consideran esencial para comprender los temas del pecado, la gracia y la ira de Dios. Sin embargo, algunos lectores consideran que su enfoque de fuego y azufre puede alienar al público moderno, menos familiarizado con este tipo de mensajes.
Ventajas:⬤ Proporciona una visión clara del concepto de la vida espiritual como un don.
⬤ Las fuertes referencias bíblicas realzan su profundidad teológica.
⬤ Considerado una lectura importante para los cristianos y un clásico de la predicación americana.
⬤ Poderosa descripción del amor y la ira de Dios, que suscita una profunda reflexión sobre el pecado y la salvación.
⬤ Importancia histórica vinculada al 'Segundo Gran Despertar'.
⬤ El tono intenso y temeroso puede no resonar con los lectores contemporáneos.
⬤ Algunos pueden encontrar el sermón duro o excesivamente centrado en el pecado y el juicio.
⬤ Preocupa que los no creyentes lo tachen de mera táctica para asustar en lugar de una auténtica llamada al arrepentimiento.
⬤ El estilo del sermón es anticuado, y hoy en día son menos las iglesias que adoptan este tipo de predicación.
(basado en 279 opiniones de lectores)
Sinners in the Hands of an Angry God
«Pecadores en manos de un Dios airado» es el sermón más famoso de Edwards, y probablemente el sermón estadounidense más famoso.
Predicado durante el Gran Despertar, conmovió tan poderosamente a sus oyentes que Edwards fue incapaz de terminar de pronunciarlo. El poder del sermón no sólo se debe al magistral uso que Edwards hace de las imágenes verbales, sino también a su mensaje, que es a la vez personal y universal.
Con frecuencia se presenta como un sermón excepcional, y también como una oratoria ejemplar. Vuestra maldad os hace como pesados como el plomo, y tender hacia abajo con gran peso y presión hacia el infierno; y si Dios os dejara ir, inmediatamente os hundiríais y descenderíais y os precipitaríais en el golfo sin fondo, y vuestra saludable constitución, y vuestro propio cuidado y prudencia, y mejor artificio, y toda vuestra rectitud, no tendrían más influencia para sosteneros y manteneros fuera del infierno, que la que tendría una tela de araña para detener una roca caída.» --Jonathan Edwards en Pecadores en manos de un Dios airado
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)