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Las reseñas destacan el sermón de Jonathan Edwards, 'Pecadores en manos de un Dios airado', como una obra poderosa e importante que pone de relieve la gravedad del pecado, la justicia de Dios y la necesidad del arrepentimiento. Muchos críticos elogian su fundamento bíblico y su importancia histórica, al tiempo que expresan su deseo de que los sermones modernos contengan mensajes similares. Sin embargo, algunos lectores consideran que algunos aspectos del sermón son duros y pueden resultar desagradables para los no creyentes.
Ventajas:El libro es celebrado por su clara descripción de la vida de la Iglesia, sus referencias bíblicas, su significado histórico y su poderoso impacto emocional. Muchos críticos aprecian su concisa exposición del amor y la ira de Dios, así como su relevancia para los lectores contemporáneos que buscan la verdad sobre la salvación y el pecado. El sermón se describe como un clásico que es a la vez evangelizador y revelador.
Desventajas:Algunos lectores consideran que el lenguaje y el tono del sermón son duros, lo que podría alejar a los no creyentes y disuadirles de abrazar su mensaje. Además, algunos críticos expresan su preocupación por el hecho de que esta predicación de «fuego y azufre» no sea común hoy en día, lo que sugiere que podría resultar incómoda o desafiante para el público moderno.
(basado en 279 opiniones de lectores)
Sinners in the Hands of an Angry God
El famoso sermón «Pecadores en manos de un Dios airado» de Jonathon Edwards fue pronunciado el 8 de julio de 1741 en Enfield, Connecticut, y es considerado por muchos el sermón más famoso jamás pronunciado en América. Se publicó poco después y tuvo un éxito comercial inmediato.
El sermón es un ejemplo perfecto del estilo de predicación de «fuego y azufre» por el que Edwards era bien conocido y es una visión informativa de las enseñanzas espirituales del movimiento religioso estadounidense conocido como el «Gran Despertar», que comenzó en 1730. Este movimiento se caracterizaba por la enseñanza de que el infierno era un lugar real y que un gran sufrimiento aguardaba a quienes no fueran salvados por Cristo y continuaran pecando. Edwards había sido invitado a predicar por el pastor de la iglesia de Enfield, que en gran medida no se había visto afectada por el creciente movimiento del «Gran Despertar».
El sermón fue pronunciado con fuerza e instantáneamente afectó a los oyentes de una manera profunda. Continuó dando el sermón varias veces y los miembros de la congregación a menudo gritaban, gritaban o lloraban.
Este poderoso sermón ha resistido la prueba del tiempo y sigue siendo leído, estudiado y atesorado hasta el día de hoy. Esta edición está impresa en papel de primera calidad libre de ácido.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)