Los tipos son lo primero: La edad, el sexo, la clase y la etnia dan sentido a las medidas

Título original:

Kinds Come First: Age, Gender, Class, and Ethnicity Give Meaning to Measures

Contenido del libro:

Argumento según el cual el significado de una medida psicológica o biológica depende de la edad, la clase social y la etnia del sujeto humano.

En Kinds Come First, el distinguido psicólogo Jerome Kagan argumenta que -contrariamente a la suposición común- la edad, el género, la clase social y la etnia afectan a los resultados de las medidas psicológicas, y cuestiona la práctica popular que utiliza procedimientos estadísticos para eliminar los efectos de estas categorías con el fin de confirmar una relación predictora-resultado favorecida. La idea de que las medidas psicológicas tienen significados que trascienden los tipos de sujetos, escribe Kagan, refleja una esperanza prematura de descubrir conclusiones ampliamente generalizables. En Kinds Come First, Kagan espera persuadir a los investigadores de lo contrario.

Kagan examina las propiedades únicas de las cuatro categorías y defiende que la etapa vital, el sexo, la clase social y la etnia afectan a las medidas psicológicas de formas complejas y no triviales. Analiza la relevancia de la etapa de desarrollo de una persona para muchos resultados, centrándose en el intervalo de cinco a doce meses, cuando se amplía la memoria de trabajo y la capacidad de relacionar el pasado con el presente. Cita pruebas que sugieren que el sexo, la clase de crianza y la etnia de una persona, dentro de una sociedad concreta, son mejores predictores de la salud, los antecedentes penales, las habilidades cognitivas y la satisfacción vital actual que su genoma o las respuestas a un cuestionario de personalidad.

Por último, argumenta Kagan, las propiedades biológicas que son más comunes en un género, clase o grupo étnico, no son una base defendible para restringir el acceso a un programa educativo, una vocación o un puesto de autoridad. Una sociedad puede ignorar tales diferencias para cumplir un imperativo ético de igualdad sin incurrir en graves costes.