La rebelión de los bóxers: Historia y legado del levantamiento antiimperialista en China a finales del siglo XIX

Título original:

The Boxer Rebellion: The History and Legacy of the Anti-Imperialist Uprising in China at the End of the 19th Century

Contenido del libro:

*Incluye imágenes.

*Incluye bibliografía para lecturas complementarias.

El siglo XIX fue testigo del auge de uno de los imperios más grandes y poderosos de la era moderna. El sol nunca se ponía en el Imperio Británico, cuyas posesiones abarcaban el globo, de una forma u otra. Su supremacía naval unía la Commonwealth de Canadá con las colonias de Sudáfrica y la India, y a través de ellas fluía el comercio hacia el este y el oeste. Una parte integral pero infrautilizada de esta vasta red comercial incluía a China, un solitario reino asiático aislado del mundo occidental que no deseaba ninguna de sus mercancías.

Por desgracia para China, los británicos tenían de su parte el poder de un imperio y la fuerza económica, por no hablar de las armas modernas. La irrupción en los lucrativos mercados comerciales chinos estuvo a punto de destruir la nación, desacreditó gravemente a la dinastía china, causó estragos en su pueblo e impulsó aún más el imperio británico hacia una posición económica y militar dominante.

La colisión de estos dos imperios duró muchos años y provocó un gran derramamiento de sangre. De hecho, los problemas empezaron mucho antes de las hostilidades y se fueron enconando a medida que aumentaba la frustración hasta que finalmente estallaron. Tal fue el estado de las relaciones entre el Imperio Británico y la dinastía Qing durante la mayor parte del siglo.

El 3 de julio de 1858, ambas partes firmaron el Tratado de Tianjin, culminación de más de medio siglo de relaciones diplomáticas chino-británicas. Por primera vez, Gran Bretaña, junto con Francia, Rusia y Estados Unidos, podía establecer embajadores en Pekín. El tratado también abrió 11 puertos más al comercio exterior, estableció el derecho de los barcos extranjeros a navegar libremente por el río Yangtsé y de los extranjeros a viajar por el interior de China, y garantizó la libertad religiosa de los cristianos.

La Segunda Guerra del Opio terminó con la misma victoria diplomática desigual que la primera. Esta vez, sin embargo, la escena internacional pintó un cuadro diferente, con consecuencias muy distintas. Mientras que en la primera guerra otras potencias extranjeras no se abrieron paso en China hasta después de la contienda, en la segunda lo hicieron inmediatamente después de los británicos. Mientras que antes los británicos se cernían sobre China sin ser desafiados, ahora nuevas potencias hacían sentir su presencia, y no tenían intención de marcharse pronto.

Los franceses ampliarían su imperio en Asia junto con los británicos, cuyas consecuencias afectarían tanto a China como a Estados Unidos más de un siglo después. Rusia miraría hacia el este, hacia China y el Pacífico, hasta su desastrosa derrota en la guerra ruso-japonesa, y sus relaciones con China irían y vendrían hasta finales del siglo XX. Estados Unidos, establecido en China, abrió Japón al comercio exterior el mismo año de la firma del Tratado de Tianjin. En menos de medio siglo, Japón suplantaría a China como potencia dominante en la región.

Por estas y otras razones, las Guerras del Opio supusieron un cambio radical en la historia de Asia y, comprensiblemente, provocaron frustración entre los chinos, tanto hacia los extranjeros como hacia sus propios gobernantes. Con el tiempo, la ira de la población china contra los occidentales se convirtió en una rebelión abierta, no contra el Estado, sino contra los propios extranjeros. Con la aprobación tácita del gobierno chino, la rebelión de los bóxers sacudió a las naciones occidentales, pero también tendría consecuencias imprevistas en China.

La rebelión de los bóxers: The History and Legacy of the Anti-Imperialist Uprising in China at the End of the 19th Century examina los orígenes del levantamiento, sus resultados y sus consecuencias. Con imágenes y bibliografía, conocerá la Rebelión de los Bóxers como nunca antes.