Legislating the Courts
En las primeras décadas del siglo XIX, los reformadores legales de Estados Unidos se esforzaron por estandarizar los procedimientos judiciales y ampliar el poder de los jueces a expensas de los jurados, imponiendo al mismo tiempo la uniformidad en la toma de decisiones judiciales. El libro anterior de Reid, Controlling the Law, ofrecía un estudio de caso de este proceso, centrándose en el presidente del Tribunal Supremo de New Hampshire, Jeremiah Smith, y en el gobernador William Plumer. Ahora, en Legislating the Courts, Reid retoma las carreras de Smith y Plumer para continuar la historia de la autoridad judicial en los inicios de la república.
Los historiadores y juristas constitucionales estadounidenses suelen asumir que la actual doctrina de la supremacía judicial no sólo ha sido siempre la norma del derecho constitucional, sino que fue la intención original de los redactores de las constituciones federal y estatales. Este estudio refuta la validez de esa suposición para el constitucionalismo estatal concentrándose en el derecho de Nuevo Hampshire -representativo del derecho de otras jurisdicciones- entre los años 1789 y 1818. Legislating the Courts no sostiene que la independencia judicial no fuera la norma deseada por los redactores de las constituciones, sino que, al analizar tanto la práctica como la teoría constitucional, este estudio demuestra que la realidad de la república temprana era tanto la dependencia judicial como la supremacía legislativa.
Para ilustrar sus argumentos, Reid se refiere a tres prácticas gubernamentales que, junto con otros asuntos, alteraron los salarios judiciales -que la Constitución exige que sean "permanentes" y "honorables"- y que crearon un sistema judicial dependiente. La primera práctica, "devolver a los litigantes a su ley", daba a los litigantes que habían perdido un juicio con jurado y habían sido condenados en su contra la opción de solicitar al poder legislativo que se les eximiera de la condena y se les concediera un nuevo juicio con jurado. En la segunda práctica, el poder legislativo actuó bajo la premisa de que tenía autoridad para investigar la conducta de los jueces y exigirles que explicaran por qué se comportaban de determinada manera. Por último, en la tercera práctica, el poder legislativo ejerció la autoridad para destituir a los jueces de su cargo por \u201cbuen comportamiento\u201d destituyéndolos y nombrando después un nuevo tribunal.
A pesar del intento de subordinar el poder judicial a la voluntad de la ciudadanía, representada por la legislatura estatal, Reid considera que los jueces consiguieron mantener su autonomía, sujetos únicamente a los dictados de la ley.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)