Puntuación:
El libro ofrece conocimientos sobre una batalla histórica y su importancia en el desarrollo político de Oriente Medio, pero muchos lectores critican su calidad y estilo de redacción.
Ventajas:Aporta conocimientos sobre una antigua batalla y la evolución política; algunos lectores lo consideraron útil para motivar su carrera en el ámbito de las ventas.
Desventajas:⬤ Escritura torpe y simplista
⬤ se percibe como dirigido a adolescentes
⬤ se considera poco investigado y fragmentado
⬤ falta profundidad en la discusión de temas relevantes
⬤ no cumple con los estándares esperados para obras históricas.
(basado en 4 opiniones de lectores)
The Battle of Ain Jalut: The History and Legacy of the Decisive Mamluk Victory that Halted the Mongol Empire's Expansion across the Middle East
*Incluye imágenes.
*Incluye bibliografía para lecturas complementarias.
El Egipto del siglo XIII era un reino glorioso. Mercaderes de especias de Europa, Asia y África remontaban el río Nilo hasta la gran ciudad portuaria de Alejandría, cargados de riquezas como seda, joyas y especias. El Cairo, la capital de Egipto, era la ciudad más grande del mundo islámico, con una población mayor y más riqueza y esplendor que cualquier ciudad de Europa. El Cairo era el pináculo del esplendor cosmopolita en el mundo medieval y, además de ser un importante centro comercial, era famoso por sus eruditos y su clase intelectual, que ofrecía innumerables oportunidades académicas a los estudiosos de todo el mundo islámico. La cultura de El Cairo era dinámica y famosa por su amplia gama de debates intelectuales sobre ciencias islámicas y otros campos académicos, todo lo cual superaba con creces a cualquier ciudad contemporánea de la época. En El Cairo estaban representados eruditos de las principales escuelas de pensamiento de todo el mundo islámico. En las plazas públicas se impartían animadas conferencias y las madrasas solían estar abarrotadas de mecenas ansiosos por escuchar las lecturas de afamados eruditos. El Cairo era una ciudad repleta de arte, comercio y conocimiento.
Sin embargo, hubo otro factor que hizo infame a El Cairo. La ciudad representaba el último bastión del mundo musulmán. Un gran califato islámico, con sede en Irak, se había extendido desde los confines de Asia Central hasta España, pero las invasiones de enemigos externos habían arrasado en su mayor parte este otrora poderoso imperio. Los ejércitos mongoles, procedentes de las praderas asiáticas, saquearon Bagdad en 1258, destruyendo el califato y sumiendo al mundo islámico en un grave peligro. Además, los cruzados habían lanzado múltiples invasiones en Palestina y el Levante, amenazando la existencia misma del mundo musulmán.
De las vastas praderas de las estepas asiáticas surgió el que quizá sea uno de los ejércitos más imparables de la historia del mundo: el Imperio Mongol. Genghis Khan unió a estas tribus guerreras bajo un mismo estandarte. Bajo su legendario liderazgo, los mongoles abandonaron su hogar ancestral en Mongolia en una campaña de conquista. Los mongoles volvieron sus ojos hacia el sur, hacia China, y acabaron conquistando el rico imperio para establecer la dinastía mongola Yuan de China, pero esto no satisfizo su afán de conquista. Los mongoles se adentraron en Asia Central, derrotando a una serie de reinos e imperios y dejando una gran carnicería a su paso. Estos ejércitos de arqueros de élite aplastaron a todos los enemigos a su paso, conquistando tierras hasta Polonia y Austria.
Oriente Próximo no se libró de su ira, ya que los mongoles protagonizaron algunas de sus campañas más devastadoras en tierras árabes. En 1258, los mongoles saquearon Bagdad, destruyendo la capital del poderoso califato islámico abasí, lo que supuso un duro golpe para el mundo islámico. Los ejércitos mongoles continuaron hacia el oeste, a la tierra santa de Siria y Palestina. Allí, los mongoles se encontraron con el enemigo que rivalizaría con ellos en la guerra: los mamelucos.
Procedentes de las estepas euroasiáticas, los mamelucos no eran árabes, sino étnicamente turcos, esclavizados a una edad temprana y vendidos para el servicio militar en Egipto, donde recibieron un intenso entrenamiento militar en El Cairo. Así pues, estos guerreros turcos eran totalmente ajenos a las poblaciones árabes sobre las que acabaron gobernando en cuanto a etnia, lengua y cultura, pero eran extraordinariamente hábiles en los estilos de guerra a caballo de las tribus nómadas de las praderas euroasiáticas y en otros aspectos de la guerra medieval. Como resultado, los mamelucos eran algunos de los mejores soldados profesionales de su época, lo que demostraron en múltiples ocasiones a través de sus brillantes campañas militares contra los numerosos enemigos de Egipto.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)