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Las reseñas destacan el importante papel de Haile Selassie en la modernización de Etiopía y su liderazgo en tiempos difíciles, como golpes de Estado y guerras. Aunque muchos lectores encontraron la biografía informativa y una buena visión general de la vida y el impacto de Selassie, algunos la criticaron por ser árida y carecer de profundidad en ciertas áreas, en particular en lo que respecta a su conexión con el movimiento rastafari.
Ventajas:Resumen informativo y conciso de la vida y el liderazgo de Haile Selassie. Destaca el importante contexto histórico, como la independencia de Etiopía y la participación de Selassie en movimientos internacionales. Algunos lectores elogiaron la redacción y los detalles proporcionados sobre sus antecedentes.
Desventajas:Algunos lo consideran árido y poco atractivo, con críticas sobre la falta de profundidad y emoción en la redacción. Al parecer, el libro se centra excesivamente en campañas militares no relacionadas con la biografía personal de Selassie. Algunos lectores se sintieron decepcionados por la escasa cobertura de las influencias rastafaris.
(basado en 12 opiniones de lectores)
Haile Selassie: The Life and Legacy of the Ethiopian Emperor Revered as the Messiah by Rastafarians
*Incluye imágenes.
*Incluye recursos en línea y bibliografía para lecturas complementarias.
"En virtud de Su Sangre Imperial, así como por la unción que ha recibido, la persona del Emperador es sagrada. Su dignidad es inviolable y su poder indiscutible". - Artículo 4 de la Constitución revisada de Etiopía (1955)
La historia moderna de África fue escrita, hasta hace muy poco, en nombre de las razas indígenas por el hombre blanco, que había entrado por la fuerza en el continente durante una fase particularmente arrogante y dinámica de la historia europea. En 1884, el príncipe Otto von Bismarck, canciller alemán, reunió a los plenipotenciarios de todas las grandes potencias de Europa para tratar la colonización de África de forma que se evitara provocar una guerra. Este acontecimiento -conocido como la Conferencia de Berlín de 1884-1885- galvanizó un fenómeno que llegó a conocerse como la Lucha por África. La conferencia estableció dos reglas fundamentales para la conquista europea de África. La primera de ellas era que no se reconocería la anexión sin pruebas de una ocupación práctica, y la segunda, que una ocupación práctica se consideraría ilegal sin una petición formal de protección realizada en nombre de un territorio por su líder, petición que debía plasmarse por escrito en forma de tratado legal.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, pocos occidentales habían oído hablar de Abisinia, y menos aún podían señalar un mapa y decir con precisión dónde se encontraba. En vísperas de esa guerra, en el otoño de 1935, cuando las fuerzas de la Italia imperial se preparaban para invadir el territorio soberano de Etiopía, los líderes de los Aliados rebosaban simpatía por el reino africano en peligro, pero no ofrecían ninguna ayuda práctica. Negus Negusti, el "rey de reyes", el emperador Haile Selassie, último soberano de la gran dinastía salomónica de Etiopía, reunió a sus súbditos contra los invasores. Los italianos, dirigidos por Benito Mussolini, eran prácticamente inexpugnables en aquel momento, y aunque se organizó una audaz resistencia para frenar su invasión, el esfuerzo fue finalmente inútil. El 2 de mayo de 1936, mientras el ejército italiano se abalanzaba sobre la capital, Addis Abeba, el emperador Haile Selassie se subió a un tren y huyó hacia el este, al territorio francés de Yibuti. Desde allí, se le concedió asilo en Gran Bretaña.
La conquista de Etiopía por los Aliados constituyó la piedra angular de las primeras fases de la Campaña del Norte de África durante la Segunda Guerra Mundial, y el espectacular avance de las fuerzas aliadas sobre Addis Abeba en la primavera de 1941 situó a Etiopía en un primer plano de los asuntos occidentales. En mayo de ese año, el emperador Haile Selassie regresó triunfante a la capital de su reino, cuya fanfarria y arrogancia tendieron a proyectar su personalidad al primer plano de la escena política mundial.
Haile Selassie, una figura divina entre sus devotos y seguidores, era reconocido entonces como una de las grandes personalidades políticas del siglo XX, y su influencia en los asuntos mundiales era desproporcionada, teniendo en cuenta la escasa importancia internacional de la propia Etiopía, una sociedad feudal impregnada de tradiciones medievales. Su "Llamamiento a la Sociedad de Naciones", un discurso pronunciado ante la organización mundial en 1936 en el que la amonestaba por traicionar sus propios principios, sigue siendo hoy uno de los mejores momentos de oratoria política jamás registrados.
En Occidente, por supuesto, la atención que se presta a Etiopía suele provenir del punto de vista italiano, lo que pasa por alto lo importante que fue la figura del emperador etíope en el siglo XX. La historia de Haile Selassie, lejos de ser la de un simple gobernante de un país en manos de los imperialistas, es la de una ascensión extraordinaria, y su influencia en el movimiento rastafari y en la posición de Etiopía en el mundo sigue siendo fuerte hoy en día. Haile Selassie: The Life and Legacy of the Ethiopian Emperor Revered as the Messiah by Rastafarians (Haile Selassie: La vida y el legado del emperador etíope venerado como el Mesías por los rastafaris) analiza la figura de uno de los gobernantes más famosos del siglo XX.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)