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Cuando Fiat entró en el mundo de los rallies en 1970, su objetivo era convertirse en Campeón del Mundo de Rallies, y el 131 Abarth de 1976-1980 proporcionó la maquinaria para hacerlo posible. Dentro del imperio Fiat-Lancia, el 131 Abarth no sólo sustituyó al deportivo 124 Abarth Spider, sino que también se vio favorecido por delante del carismático Lancia Stratos.
Para los estándares de los años 70, el 131 Abarth era el más extremo y eficaz de todos los especiales de homologación. Comparado con el familiar 131 en el que se basaba originalmente, tenía un motor, una transmisión y unos esquemas de suspensión diferentes, estaba respaldado por grandes presupuestos y por un equipo de pilotos superestrellas. Este coche estaba destinado a ganar en todo el mundo.
No sólo empezó a ganar rallies mundiales a los pocos meses de su lanzamiento, sino que en 1977, 1978 y 1980 el equipo «de fábrica» también ganó el Campeonato del Mundo de Marcas y estableció todos los estándares por los que se juzgaría a los gigantes de los rallies.
El 131 Abarth estaba respaldado por un equipo de ingenieros sin parangón, así que ¿había alguna duda de que sucesores como el Lancia Rally 037 y el Delta Integrale acabarían saliendo de la misma cuadra?
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)