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Curtiss, como empresa, contribuyó en gran medida a afianzar la industria aeronáutica estadounidense en el escenario mundial, pero detrás de toda gran empresa suele haber un hombre con visión de futuro, y en este caso, fue Glenn Hammond Curtiss.
Al final de la Primera Guerra Mundial, la empresa había construido más de 10.000 aviones. Glenn Curtiss seguiría siendo director hasta su prematura muerte en 1930.
En 1929, la empresa se fusionó para convertirse en Curtiss-Wright. La falta de investigación y desarrollo invertidos en la empresa hasta la era de los reactores también supuso la desaparición prematura de la propia Curtiss-Wright. Los aviones que Curtiss-Wright creó antes de la Segunda Guerra Mundial no eran los mejores, pero el enfoque empresarial de la empresa en la fabricación de aviones le permitió producir grandes cantidades para una gran variedad de clientes, incluidos los extranjeros, a un precio razonable.
Sin embargo, en 1947, su único intento de introducirse en el sector de los aviones a reacción fracasó y la parte de aviación de Curtiss-Wright fue vendida a North American Aviation. Esta nueva edición en libro de Aeroplane's Curtiss Company Profile 1907-1947 muestra los aviones de este fabricante desde el inicio de sus operaciones hasta el final.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)