Credit & Debit Cards - Federal Use
Al aceptar tarjetas, las entidades federales obtienen beneficios, como clientes más satisfechos, menos cheques sin fondos y robos de efectivo, y una mayor eficiencia operativa. En el año fiscal 2007, las entidades federales aceptaron tarjetas por más de 27.000 millones de dólares en ingresos y pagaron al menos 433 millones de dólares en tasas de descuento comerciales asociadas. En el caso de las que pudieron identificar por separado los costes de intercambio, estas entidades recaudaron 18.600 millones de dólares en ingresos por tarjetas y pagaron 205 millones de dólares en tasas de intercambio. Las entidades federales están tomando medidas para controlar los costes de aceptación de tarjetas, incluida la revisión de las transacciones para garantizar que se evalúan las tasas de intercambio más bajas, que pueden variar según la categoría del comerciante, el tipo de tarjeta utilizada y otros factores. Aunque las redes de tarjetas Visa y Master Card han establecido tasas de intercambio más bajas para muchas transacciones gubernamentales, algunas entidades federales han intentado negociar otras más bajas, con éxito desigual. Para identificar el ahorro que suponen las tarjetas y otros mecanismos de recaudación, el Servicio de Gestión Financiera del Tesoro (FMS) -que gestiona los ingresos y paga las tasas de descuento a comerciantes de muchas entidades federales- inició en 2007 un programa para revisar la recaudación global de ingresos de cada entidad.
El FMS ha identificado posibles mejoras de eficiencia y ahorro de costes en las ocho entidades que ha revisado hasta ahora, pero aún tiene que desarrollar una estrategia de aplicación completa -incluido un calendario para completar todas las revisiones, estimaciones de ahorro de costes y evaluación de recursos- que podría ayudar a alcanzar rápidamente los objetivos del programa. Varios países han tomado medidas para reducir las tasas de intercambio, pero la información sobre sus efectos es limitada. Entre los tres países examinados por el autor, los reguladores de Australia e Israel intervinieron directamente para establecer límites a las tasas de intercambio, mientras que la asociación bancaria de México redujo voluntariamente algunas tasas. Desde que los reguladores australianos actuaron en 2003, el total de las tasas de descuento pagadas por los comerciantes ha disminuido, pero no existen pruebas concluyentes de que la reducción de las tasas de intercambio haya llevado a los comerciantes a reducir los precios al por menor de los productos; además, algunos costes para los usuarios de tarjetas, como las tasas anuales y de otro tipo, han aumentado. Existen pocos datos sobre el impacto de las medidas adoptadas en México (a partir de 2004) e Israel (a partir de finales de los noventa). Debido a la escasez de datos sobre los efectos, y a que la estructura y la regulación de los mercados de tarjetas de crédito y débito en estos países difieren de las de Estados Unidos, resulta difícil estimar el impacto de la adopción de medidas similares en Estados Unidos.
Los funcionarios federales citaron diversas ventajas derivadas del uso de tarjetas -que ascendieron a más de 27.000 millones de dólares en el ejercicio 2007, lo que supone un aumento del 51% desde el ejercicio 1999 una vez ajustada la inflación-, entre ellas la posibilidad de realizar compras con mayor rapidez y con menores costes administrativos que con los métodos de compra utilizados anteriormente. Los bancos que emiten tarjetas a las entidades federales también reembolsan un pequeño porcentaje del importe de las compras con tarjeta; estos reembolsos ascendieron a 175 millones de dólares en el ejercicio 2007. Evitar el uso inadecuado de las tarjetas plantea dificultades, y el autor y otros han detectado controles inadecuados en los programas de tarjetas de diversos organismos. Sin embargo, las herramientas y los datos proporcionados por los bancos emisores permiten ahora a las entidades revisar las transacciones con mayor rapidez, lo que aumenta su capacidad para detectar transacciones sospechosas. Las entidades federales -organismos, empresas y otros- son usuarios cada vez más frecuentes de tarjetas de crédito y débito, tanto en calidad de «comerciantes» (que reciben pagos) como de compradores. Los comerciantes que aceptan tarjetas incurren en comisiones, denominadas comisiones de descuento comercial, que pagan a los bancos por procesar las transacciones. En el caso de las transacciones con Visa y Master Card, una gran parte de estas comisiones, denominadas de intercambio, va a parar a los bancos emisores de las tarjetas. Algunos países han tomado medidas para limitar estas tasas. Se pidió al autor que examinara (1) las
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)