Salvar la vergüenza: Mártires, santos y otros sujetos abyectos

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Título original:

Saving Shame: Martyrs, Saints, and Other Abject Subjects

Contenido del libro:

Virginia Burrus explora uno de los aspectos más fuertes e inquietantes de la tradición cristiana, su excesiva preocupación por la vergüenza. Aunque a menudo se ha implicado al cristianismo en la conversión de las antiguas culturas mediterráneas de culturas basadas en la vergüenza a culturas basadas en la culpa y, por tanto, en la aparición del énfasis del Occidente moderno en la culpa, Burrus trata de recuperar la importancia de la vergüenza para la cultura cristiana. Centrándose en la Antigüedad tardía, explora una serie de fenómenos fascinantes, desde las extravagantes actuaciones de los mártires hasta la abyección imaginaria de Cristo, desde las disciplinas autohumillantes de los ascetas hasta las revelaciones íntimas de Agustín.

Burrus sostiene que el cristianismo innovó menos sustituyendo la vergüenza por la culpa que abrazando la vergüenza. De hecho, los antiguos cristianos sacrificaban el honor, pero reivindicaban su propia vergüenza con gran energía, intensificándola y transformándola al mismo tiempo. Los espectáculos públicos del martirio se convirtieron en el medio más visible para transformar la vulnerabilidad a la vergüenza en un testimonio desafiante de identidad.

También fue aquí donde sus seguidores se apropiaron más explícitamente de la muerte sacrificial del yo ejemplificada por la crucifixión de Cristo. La vergüenza también mostraba una cara más privada, como demuestra Burrus. El ambivalente atractivo de la corruptibilidad carnal se exploró en el imaginario teológico de la cristología de la encarnación. Además, se plasmó en las disciplinas transgresoras de los santos que se adentraron en las profundidades de la humillación. Finalmente, con el advenimiento de las prácticas confesionales literarias y monásticas, la vergüenza de la inagotabilidad del pecado se hizo oír en las revelaciones del discurso testimonial.

En conversación con una constelación ecléctica de teóricos, Burrus entreteje su argumento histórico con reflexiones teológicas, psicológicas y éticas. Propone, finalmente, que los primeros textos cristianos pueden tener mucho que enseñarnos sobre los secretos de la vergüenza que yacen en el corazón de nuestra capacidad para la humildad, el coraje y el amor transformador.