Les Horloges lectriques
Hay un agente admirable que la naturaleza parece haber creado expresamente para dar origen a maravillas, que hace luz de lo invisible, que triunfa sobre lo imposible, y que podría decir con más razón que este cortesano de un rey absoluto: Si la cosa es imposible, se hará; si es posible, se hace.
Este agente es la electricidad. El fluido eléctrico se desplaza con una rapidez que detiene el tiempo; es más, puede producir una acción mecánica cuando se pone en juego adecuadamente.
Reúne, pues, todas las condiciones necesarias para resolver la dificultad de la que hablamos, es decir, comunicar el movimiento de las agujas de una esfera a las agujas de una segunda esfera similar, y producir así el funcionamiento simultáneo de dos o más relojes...
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)