Hace hoy ocho días, hacia esta hora, cuando volvía a casa, me detuvo bajo el portal un guardia que no me permitió entrar hasta que le demostrara, por la dirección de una tarjeta postal que me habían enviado, que vivía en el edificio trasero.
Entre diez y veinte personas se agolpaban en el patio, intercambiando impresiones y opiniones en voz baja. Mi vecina de habitación, la profesora jubilada Helene Engel, de ochenta y cuatro años, se había tirado desde el cuarto piso al patio.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)