Puntuación:
El libro explora el tema de la negación y sus implicaciones filosóficas a través de una lente histórica, centrándose en filósofos significativos desde Aristóteles hasta Hegel. El libro permite comprender la naturaleza de la negatividad en el pensamiento y la existencia, y resulta atractivo para los lectores interesados en las intrincadas conexiones entre el lenguaje y la filosofía. Sin embargo, algunos críticos consideran que carece de profundidad e importancia.
Ventajas:⬤ Informativo y perspicaz respecto a la historia de las ideas.
⬤ Se alaba la sensibilidad del autor a la hora de reconstruir argumentos filosóficos.
⬤ Proporciona una perspectiva única que conecta la negación con figuras como Hegel y Kant.
⬤ Muy legible y accesible para quienes no están familiarizados con la compleja jerga filosófica.
⬤ Aborda temas contemporáneos relacionados con la negación y la identidad, haciéndolo relevante hoy en día.
⬤ Puede parecer que carece de profundidad filosófica o de innovaciones significativas.
⬤ Algunos críticos consideran que ocupa un territorio superficial sin llevar a conclusiones profundas.
⬤ Ciertas exclusiones históricas (por ejemplo, una referencia mínima a Platón) pueden debilitar la exhaustividad.
⬤ Criticado por estar demasiado centrado en minucias sin abordar problemas filosóficos más amplios.
(basado en 2 opiniones de lectores)
No One's Ways: An Essay on Infinite Naming
De los outis de Homero - "Nadie" o "No-Uno", "No-Hombre" o "No-Hombre"- a "alma", "espíritu" y lo innombrable.
Homero relata cómo, atrapado en la cueva de un monstruo, sin nada más que su ingenio, Ulises se salvó una vez torciendo su nombre. Se llamó a sí mismo Outis: "Nadie" o "No-Uno", "No-Hombre" o "No-Hombre". La estratagema fue un éxito. Cegó a su bárbaro anfitrión y le eludió, convirtiéndose en anónimo, durante un tiempo, aunque llevara un nombre.
Los filósofos nunca olvidaron la lección que enseñó el antiguo héroe. Desde Aristóteles y sus comentaristas en griego, árabe, latín y lenguas más modernas, desde los maestros de las escuelas medievales hasta Kant y sus numerosos sucesores, los pensadores han explotado las posibilidades de añadir "non - " a los nombres del hombre. Aristóteles es el primero en escribir sobre nombres "indefinidos" o "infinitos", siendo su ejemplo "no-hombre". Kant recurre a tales términos en su teoría del juicio infinito, ilustrada por la frase "El alma no es mortal". Tales afirmaciones desempeñan papeles importantes en las filosofías de Maimon, Fichte, Schelling, Hegel y Hermann Cohen. En el siglo XX son profundamente reinterpretadas por pensadores tan diversos como Carnap y Heidegger.
Reconstruyendo las aventuras de una partícula en filosofía, Daniel Heller-Roazen intenta mostrar cómo una posibilidad gramatical puede ser una incitación al pensamiento. Pero también extrae una lección de los ejemplos persistentes. Los infinitos nombres de los filósofos apuntan todos a un sujeto: nosotros. "No-hombre" o "alma", "Espíritu" o "lo incondicionado", somos seres que se nombran y nos nombramos, dando testimonio de que somos, en todos los sentidos, innombrables.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)