La primera idea: cómo evolucionaron los símbolos, el lenguaje y la inteligencia desde nuestros antepasados primates hasta los humanos modernos

Opiniones de los lectores

El libro presenta una perspectiva única sobre la evolución del pensamiento y el lenguaje, haciendo hincapié en la importancia del vínculo emocional en el desarrollo humano. Aunque ofrece ideas profundas, el estilo de escritura es incoherente y puede resultar difícil para algunos lectores. Sugiere que el lenguaje se origina en las interacciones emocionales más que en el razonamiento puramente lógico, lo que algunos encuentran esclarecedor pero otros consideran tedioso.

Muchos lectores elogian el libro por sus profundas reflexiones sobre la relación entre las emociones, el lenguaje y el desarrollo cognitivo. El material está bien documentado y ofrece una visión fascinante de la evolución humana. Resulta especialmente valioso para los profesionales de la logopedia y el desarrollo infantil. Los conceptos presentados son recomendables para padres y personas interesadas en la psicología y la educación.

Los críticos señalan la dificultad del estilo de redacción, que alterna entre excesivamente formal y demasiado desenfadado, lo que dificulta la lectura a quienes carecen de formación académica. Algunos opinan que la extensión del libro es excesiva, con muchas páginas innecesarias. Además, aunque se alaban algunas ideas, los elementos repetitivos y la jerga técnica pueden abrumar al lector general.

(basado en 21 opiniones de lectores)

Título original:

The First Idea: How Symbols, Language, and Intelligence Evolved from Our Primate Ancestors to Modern Humans

Contenido del libro:

En la infancia de todo ser humano y en los albores de la historia de la humanidad se produce un salto asombroso y, hasta ahora, inexplicable desde el simple comportamiento genéticamente programado hasta el lenguaje, el pensamiento simbólico y la cultura.

En La primera idea, Stanley Greenspan y Stuart Shanker exploran este eslabón perdido y ofrecen nuevas y brillantes perspectivas sobre dos cuestiones de larga data: cómo los seres humanos crearon símbolos por primera vez y cómo estas capacidades evolucionaron y se transmitieron de generación en generación a lo largo de millones de años. A partir de fascinantes investigaciones sobre la inteligencia tanto de los bebés humanos como de los simios, identifican ciertas prácticas culturales que son de vital importancia si queremos tener sociedades futuras estables y reflexivas.