Cómo ser humano en la economía digital

Opiniones de los lectores

El libro presenta un examen filosófico del impacto de la IA y la tecnología en la sociedad, animando a los lectores a considerar el valor de lo «humano». Aunque el enfoque del autor invita a la reflexión y aborda diversas perspectivas, algunos lectores consideraron que el contenido carecía de profundidad.

** Fomenta el pensamiento crítico y el autoexamen de temas sociales importantes. ** Aborda diversos puntos de vista desde campos como la tecnología, la economía y la antropología. ** Ofrece una perspectiva que invita a la reflexión sobre las implicaciones de la IA y el aprendizaje automático en los empleos. ** Presenta un debate crucial sobre la preservación de los empleos centrados en el ser humano frente al avance tecnológico.

** Algunos lectores creen que las ideas del autor son superficiales y carecen de profundidad. ** Críticas a las opiniones pesimistas del filósofo sobre el futuro del trabajo. ** Algunos opinan que las observaciones del autor son más propias de una perspectiva empresarial que filosófica.

(basado en 4 opiniones de lectores)

Título original:

How to Be Human in the Digital Economy

Contenido del libro:

Un argumento a favor de encontrar un lugar para los humanos (y lo humano) en la futura economía digital.

En la economía digital, los contables, los camareros y los cajeros pueden dejar de trabajar automáticamente.

También los cirujanos, los pilotos de avión y los taxistas. Las máquinas podrán hacer estos trabajos de forma más eficiente, precisa y barata. Pero, advierte Nicholas Agar en este provocador libro, estos avances podrían dar lugar a una humanidad radicalmente desempoderada.

La revolución digital nos ha traído nuevos aparatos y nuevas cosas que hacer con ellos. La revolución digital también nos trae la economía digital, con máquinas capaces de hacer el trabajo de los humanos. Agar explica que los avances en inteligencia artificial permiten a los ordenadores asumir no sólo tareas rutinarias, sino también el tipo de "trabajo mental" que antes dependía del intelecto humano, y que esto amenaza la agencia humana. La solución, argumenta Agar, es una economía híbrida social-digital. El valor clave de la economía digital es la eficiencia. El valor clave de la economía social es la humanidad.

Una economía social se centraría en las conexiones entre mentes humanas. Deberíamos rechazar parte de la automatización digital porque las máquinas siempre serán malos sustitutos de los humanos en funciones que impliquen contacto directo con otros humanos. Una máquina puede contar pastillas y servir café, pero queremos que nuestras enfermeras y camareros tengan mentes como las nuestras. En una economía híbrida social-digital, las personas realizan los trabajos para los que importan los sentimientos y las máquinas se encargan de los trabajos que requieren muchos datos. Pero los humanos tendrán que insistir en su relevancia en una era digital.