Puntuación:
El libro de Christine Korsgaard sobre la ética kantiana ofrece una reinterpretación clara y perspicaz de las ideas de Kant, arrojando luz sobre conceptos erróneos comunes al tiempo que se enfrenta a las críticas. Muchos lectores aprecian la lucidez de su escritura y la solidez de su presentación, y consideran que sus argumentos son convincentes y pueden cambiar la vida. Sin embargo, algunas críticas señalan problemas con la estructura y presentación del libro, describiendo partes como enrevesadas y redundantes. Además, algunos temas, como el estatus moral de las empresas, se consideran poco profundos.
Ventajas:Exposición lúcida y bien escrita. Presentación clara de la ética kantiana. Interesante tanto para expertos como para no especialistas. Proporciona respuestas reflexivas a las críticas más comunes a Kant. Demuestra bien la integridad personal y los debates sobre el estado moral. Perspectivas que cambian la vida de algunos lectores.
Desventajas:Algunos lectores encuentran la presentación del libro enrevesada y redundante. Problemas con las citas de filósofos clásicos. Falta explorar el estatus moral de las corporaciones y entidades organizadas. Algunas copias físicas llegaron dañadas.
(basado en 9 opiniones de lectores)
Self-Constitution: Agency, Identity, and Integrity
Christine M. Korsgaard expone los fundamentos de la razón práctica y la obligación moral.
La filosofía moral aspira a comprender el hecho de que las acciones humanas, a diferencia de las acciones de los demás animales, pueden ser moralmente buenas o malas, correctas o incorrectas. Pocos filósofos morales, sin embargo, han explotado la idea de que las acciones pueden ser moralmente buenas o malas en virtud de ser buenas o malas de su especie, buenas o malas como acciones. Al igual que necesitamos saber que la función del corazón es bombear sangre para saber que un buen corazón es aquel que bombea sangre con éxito, también necesitamos saber cuál es la función de una acción para saber qué cuenta como una acción buena o mala.
Basándose en la obra de Platón, Aristóteles y Kant, Korsgaard propone que la función de una acción es constituir la agencia y, por tanto, la identidad de la persona que la realiza.
Como seres racionales, somos conscientes de los principios que rigen nuestras acciones y, por tanto, los controlamos. Una buena acción es aquella que.
Constituye a su agente como causa autónoma y eficaz de sus propios movimientos. Estas propiedades corresponden, respectivamente, a los dos imperativos de la razón práctica de Kant. La conformidad con el imperativo categórico nos hace autónomos, y la conformidad con el imperativo hipotético nos hace eficaces.
Y al determinar qué efectos tendremos en el mundo, estamos determinando al mismo tiempo nuestra propia identidad. Korsgaard desarrolla una teoría de la acción y de la interacción, y de la forma que debe adoptar la interacción si queremos tener la integridad que, según ella, es esencial para la agencia. Basándose en esa teoría, sostiene que sólo una acción moralmente buena puede cumplir la función de la acción, que es la autoconstitución.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)