Zonas salvajes: Pornografía, arte y feminismo

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Título original:

Wild Zones: Pornography, Art and Feminism

Contenido del libro:

ZONAS SALVAJES.

Kelly Ives explora el mundo de la representación sexual en el arte y la pornografía, desde un punto de vista feminista.

El libro incluye capítulos sobre la representación de la sexualidad en el arte, desde el arte contemporáneo y la pornografía hasta la prehistoria, pasando por el Renacimiento; sobre las problemáticas relaciones entre mostrar la sexualidad y la censura; la historia del porno; y el arte de las mujeres y cómo las artistas han representado actos e identidades sexuales.

Totalmente ilustrado, con imágenes de la historia de la representación de la sexualidad desde la prehistoria hasta nuestros días.

Incluye notas y bibliografía.

KELLY IVES ha escrito mucho sobre feminismo, filosofía y arte. Entre sus libros anteriores figuran Cixous, Irigaray, Kristeva: El goce del feminismo francés, Julia Kristeva y H l ne Cixous.

EXTRACTO DE LA INTRODUCCIÓN.

En primer lugar, hay tantas definiciones de arte y pornografía como personas. Cada uno tiene sus propias opiniones, sus propios intereses y ámbitos que defender. Están los liberales que dicen que no hay que censurar nada, incluida la pornografía. La pornografía se considera parte de la expresión artística, y si la gente quiere expresarse, que lo haga, y si quiere pornografía, que la tenga. Este es el punto de vista de liberales como Peter Webb, que aboga por la libertad de expresión y por un arte que debería "celebrar" el erotismo. Se trata de un punto de vista familiar, que hemos escuchado muchas veces. Desde el punto de vista liberal (masculino), el sexo está bien, por lo que el arte sexual debe estar bien, por lo que gran parte de la pornografía debe estar bien. Los "expertos" en sexo, los llamados "sexólogos" (Eduard Fuchs, Richard von Krafft-Ebbing, Sigmund Freud, Wilhelm Reich) sostienen que el sexo es una parte normal de la vida, por lo que es natural que abunde en el arte. Fuchs escribió; ' a)l arte ha tratado temas eróticos en casi todas las épocas...) se encuentra en la raíz de toda vida humana'.

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Sin embargo, todo el mundo parece tener sus puntos de corte, sus "normas" de "gusto" y "decencia". Los debates entre arte y pornografía, y entre pornografía y censura, son muy subjetivos. Como escribe Wendy Moore, "la censura, como la libertad, es un término totalmente subjetivo". Lo que te gusta te define a ti mismo. Como dijo Pierre Bourdieu, "el arte clasifica y clasifica al clasificador".

El gusto, la elección, la categorización y la clasificación definen al espectador, al lector, al consumidor. La censura, podríamos decir, define la cultura. Y los novelistas "sensibles" recelan de escribir "escenas de sexo", porque saben que lo que escriben les define a ellos mismos. Sin embargo, el sexo es crucial para el arte, dicen muchos artistas. Como escribió Gertrude Stein: ' l)iteratura -la literatura creativa- desvinculada del sexo es inconcebible'.