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Woke Gaming: Digital Challenges to Oppression and Social Injustice
Desde el #Gamergate hasta las elecciones de 2016, pasando por las experiencias cotidianas de las perspectivas marginadas, los videojuegos están enredados con culturas dominantes de explotación y opresión sistemáticas. Ya sea visible en la persistente línea de color que da forma a la producción, difusión y legitimación de los estereotipos dominantes dentro de la propia industria, o en las representaciones deshumanizadoras que a menudo se encuentran dentro de los espacios de juego, muchos videojuegos perpetúan la injusticia y reflejan las desigualdades y la violencia que impregnan la sociedad en su conjunto.
Basándose en investigaciones pioneras sobre el juego de oposición y en juegos populares como World of Warcraft y Tomb Raider, Woke Gaming examina la resistencia a los espacios problemáticos de violencia, discriminación y microagresiones en la cultura de los videojuegos. Los autores de estos ensayos tratan de identificar estrategias para desintoxicar la cultura del juego y orientar a los jugadores hacia fines progresistas. Desde Keep Me Occupied, de Anna Anthropy, hasta Hair, Nah, de Momo Pixel, los videojuegos pueden revelar el poder y el potencial de las comunidades marginadas para resistir y desafiar las representaciones deshumanizadoras dentro y fuera de los espacios de juego.
En un momento de #MeToo, #BlackLivesMatter y de esfuerzos por transformar las realidades políticas actuales, Woke Gaming ilustra el poder y el potencial de los videojuegos para fomentar el cambio y convertirse en catalizadores de la justicia social.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)