Vanguardia de la regresión

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Título original:

Vanguard of Retrogression

Contenido del libro:

Llegado a su fase más tardía, el capitalismo ha estado devorando a los suyos, volcándose sobre lo que quedaba de su anterior legado social y cultural emancipador como si quisiera impedir conscientemente su suplantación por una organización superior de la sociedad. Ha aburguesado la cultura del mismo modo que ha aburguesado el paisaje urbano. En este contexto, era inevitable que algunos jóvenes y brillantes profesores junior, los artistas de la compra apalancada de la esfera cultural, acabaran elaborando la contrapartida intelectual "radical" del vaciamiento de la economía y la mano de obra que Thatcher, Reagan, Clinton y Blair (por no mencionar el Fondo Monetario Internacional) han estado aplicando, sin frases. Aunque debilitados por los asuntos Heidegger, DeMan y Sokal, y por un cierto interés renovado en una lucha real contra el capitalismo, los "posmodernistas", la progenie de Foucault y Derrida, siguen con nosotros. Estas teorías de moda barrieron el mundo por primera vez, a principios de los años 70, como parte de una guerra general contra lo social a todos los niveles, que fue la respuesta capitalista a la revuelta de 1968 y sus consecuencias. Y detrás de los ataques demasiado fáciles contra las "narrativas maestras" y "el sujeto", estos ideólogos, los teóricos de la "diferencia", perseguían el verdadero juego del "sujeto" obrero unitario que había asustado seriamente al capital de 1968 a 1973.

La pulverización de todo lo que pudiera interpretarse como "universal" (la "clase con cadenas radicales", como dijo Marx); la desintegración de las grandes "fortalezas obreras" de Detroit, Manchester, Billancourt y Turín; la asombrosa inversión en todo Occidente, después de 1968, de las tendencias anteriores de la posguerra hacia una mayor igualdad de ingresos; la "política de identidad" de varios grupos que afirman no tener nada en común con nadie más: todo ello crea el clima para la burla posmoderna de ese aparente "fundacionalismo". Los ensayos de este libro se escribieron "a contracorriente" de gran parte de la ideología de los últimos 50 años, que podría resumirse con el término "radicalismo de clase media". Aunque ese radicalismo de clase media haya parecido, a lo largo del siglo XX, solaparse con el proyecto marxiano del comunismo, en última instancia son tan opuestos como Stirner y Bakunin, por un lado, y Marx y Luxemburgo, por otro.

Se podrían contraponer sucintamente de la siguiente manera: el radicalismo de clase media concibe la libertad como "transgresión", como la ruptura de las leyes, el "rechazo de todas las restricciones", como la Internacional Situacionista (a pesar de sus otros méritos) dijo hace 30 años, mientras que el proyecto marxiano del comunismo concibe la libertad, como la solución práctica de una problemática, que evolucionó teóricamente desde el neoplatonismo renacentista a través de Spinoza y Leibniz a Kant, Hegel y Feuerbach, como la transformación de las leyes, hasta e incluyendo las leyes físicas del universo, la capacidad "prometeica" única del hombre. Para la visión radical de clase media, la "negación de la negación", los problemas son la "jerarquía", la "autoridad", la "dominación" y el "poder"; para la visión comunista marxiana, los problemas son el proyecto de la abolición del valor, la producción de mercancías, el trabajo asalariado y el proletariado (siendo este último la forma mercantil de la fuerza de trabajo dentro del capitalismo). A partir de estos últimos, la problemática de la "negación de la negación" es totalmente refundida, reformada y superada, y su pesada capa de ideología burguesa -la libertad concebida sin la transformación de la necesidad- descartada.

Estos ensayos critican el posmodernismo como el último episodio de radicalismo de clase media, y exploran las alternativas, a saber, una visión unificada de la historia y la naturaleza, basándose en parte en una recuperación de las fuentes neoplatónicas de Hegel y Marx, que el posmodernismo, enraizado en Nietzsche y Heidegger, ha estado "desplazando" durante tres décadas.