Ubu se salva de morir ahogado

Título original:

Ubu Saved from Drowning

Contenido del libro:

Poco recordadas hoy en día, las insurrecciones obreras en Portugal y España al final de las dictaduras de Salazar y Franco estuvieron, durante un breve momento a mediados de la década de 1970, en el centro de la política mundial. Ocurrieron en medio de la crisis de acumulación mundial de 1973-75, en la que el capitalismo estaba "cambiando de marcha" de la era de la gran fábrica y la cadena de montaje a la era de la "globalización", la desindustrialización, la externalización, la reducción de plantilla y el "justo a tiempo", la era en la que vivimos hoy.

Se produjeron en una coyuntura que incluía la recesión económica más profunda (hasta la fecha) desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la crisis del petróleo, el avance del "eurocomunismo", la derrota estadounidense en Indochina, el triunfo de los "frentes de liberación nacional" en las ex colonias portuguesas de Angola, Mozambique y Ginea-Bissau, y la crisis del Cuerno de África. El capitalismo mundial, centrado en Estados Unidos, parecía estar por todas partes implicado en apagar fuegos, pero las insurgencias ibéricas eran únicas entre estas crisis simultáneas por estar centradas en la clase obrera y, particularmente en el caso de Portugal, por plantear directamente la cuestión del Estado y desenmascarar las pretensiones de diferentes facciones de burócratas estatales "progresistas". Fueron los momentos más genuinamente radicales del "espejismo rojo" (principalmente estatista) que, brevemente, pareció haber puesto al capitalismo mundial a la defensiva.

A finales de la década de 1970, el capitalismo había vuelto a la ofensiva, y la era de Thatcher y Reagan inauguró un retroceso que barrió con el estatismo de izquierdas, hasta la propia Unión Soviética. Lo que estaba terminando era el siglo del burócrata estatal "progresista", que había entrado en el movimiento obrero internacional en el SPD alemán y su Programa de Gotha de 1875, y que durante 100 años pareció, bajo la apariencia "socialista" y "comunista", representar algo "más allá del capitalismo".

Los acontecimientos desde 1975 han demostrado que el "burócrata estatal progresista", en todas partes, desde Inglaterra hasta China, representaba, más bien, algo anterior al capitalismo, arrojando a la vieja "izquierda" estatista a una crisis terminal. Este libro analiza las dos últimas revueltas obreras occidentales justo antes de este giro, y muestra cómo ya apuntaban hacia una nueva era, aunque difícilmente hacia la era inmediatamente revolucionaria que parecían presagiar.

Ahora que la ilusión estatista del movimiento obrero revolucionario se ha desvanecido de una vez por todas, las revueltas obreras portuguesa y española de los años setenta ofrecen un punto de referencia para juzgar las luchas presentes y futuras.