Puntuación:
El libro ofrece una historia exhaustiva y bien documentada del ferrocarril Wabash, apreciada por los lectores por su profundidad y enfoque académico. Ha tenido una acogida muy positiva, especialmente como regalo.
Ventajas:Bien escrito, investigado a fondo, proporciona un contexto histórico detallado y ofrece una perspectiva más profunda del ferrocarril Wabash.
Desventajas:No es un libro ilustrado; puede carecer de elementos visuales para algunos lectores.
(basado en 5 opiniones de lectores)
Follow the Flag: A History of the Wabash Railroad Company
"Follow the Flag" ofrece la primera historia fidedigna de la Wabash Railroad Company, un transportista interregional antaño vital. La saga corporativa de la Wabash implicó los esfuerzos de líderes creativos y de fuerte voluntad, pero este libro ofrece algo más que la historia empresarial tradicional. El célebre historiador del transporte H. Roger Grant capta el lado humano de la Wabash, desde los médicos que crearon un eficaz departamento hospitalario hasta los actos sociales patrocinados por los trabajadores. Y Grant no ha ignorado el impacto que el Wabash tuvo en las empresas y comunidades del "Corazón de América".
Como la mayoría de los grandes transportistas estadounidenses, el Wabash surgió de un surtido de pequeñas empresas, entre ellas el primer ferrocarril que operó en Illinois, el Northern Cross. Gracias en parte al genio del financiero Jay Gould, a principios de la década de 1880 lo que entonces se conocía como Wabash, St. Louis & Pacific Railway llegaba a las principales puertas de Chicago, Des Moines, Detroit, Kansas City y San Luis. En la década de 1890, el Wabash obtuvo acceso a Buffalo y conexiones directas con Boston y Nueva York.
Una ampliación, encabezada por el hijo mayor de Gould, George, fracasó. En 1904, la entrada en Pittsburgh provocó turbulencias financieras que acabaron llevando al Wabash a la suspensión de pagos. Una reorganización posterior permitió al Wabash convertirse en un importante transportista durante los años de bonanza de la década de 1920 y le permitió hacerse con el control de una propiedad "puente" estratégica, el ferrocarril de Ann Arbor.
La Gran Depresión forzó a la compañía a otra suspensión de pagos, pero una reorganización eficaz durante los primeros días de la Segunda Guerra Mundial dio lugar a una vía en general robusta. Su famoso streamliner Blue Bird, introducido en 1950 entre Chicago y St. Louis, se convirtió en un símbolo ampliamente reconocido del "Nuevo Wabash". Cuando la "locura de las fusiones" se apoderó de la industria ferroviaria en la década de 1960, el Wabash, junto con la Nickel Plate Road, se unió a la próspera Norfolk & Western Railway, una fusión que funcionó bien para las tres compañías.
Inmortalizado en la popular canción folk "Wabash Cannonball", el ferrocarril del medio oeste ha dejado importantes legados. Hoy, cuarenta años después de convertirse en un transportista de "bandera caída", componentes clave del antiguo Wabash siguen siendo arterias y terminales ferroviarias muy transitadas, lo que da fe de su valor histórico para el transporte estadounidense.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)