Selección de escritos sobre terapia centrada en el cliente: Convertirse en persona, Aspectos significativos de la terapia centrada en el cliente, El proceso de la terapia y El desarrollo.

Opiniones de los lectores

Actualmente no hay opiniones de lectores. La calificación se basa en 9 votos.

Título original:

Selected Writings on Client Centered Therapy: Becoming a Person, Significant Aspects of Client Centered Therapy, The Process of Therapy, and The Devel

Contenido del libro:

En muchos sentidos, Carl Rogers fue un revolucionario. Criado en un hogar estricto y conservador, Rogers acabó desarrollando una teoría de la psicología que barría las viejas estructuras de poder y ponía al paciente a cargo de su propio tratamiento. Su obra sigue siendo importante por lo que nos enseña sobre las relaciones y el potencial humano, así como sobre psicología. A diferencia de otros psicólogos anteriores, como Sigmund Freud o Carl Jung, Rogers no elaboró una teoría unificadora de la conciencia humana. Su obra no se centra en las pulsiones inconscientes, la memoria colectiva o los impulsos ocultos. No se detiene en los recuerdos de la infancia ni en la sexualidad, a menos que el paciente (o, por utilizar las palabras del propio Rogers, el cliente) quiera detenerse en esas cuestiones. En su lugar, Rogers se centró en lo que denominó el deseo de autorrealización. Creía que creando las condiciones adecuadas, la terapia podía liberar a las personas de todo lo que les frenaba para que pudieran descubrir su verdadero yo y vivir en armonía con el mundo que les rodeaba.

Rogers es probablemente más conocido por desarrollar lo que denominó terapia no directiva o centrada en el cliente. Sostenía que las personas eran innatamente buenas y poseían la capacidad de curarse a sí mismas, incluso cuando se habían desconectado gravemente de la realidad. Sin embargo, este tipo de curación no podía producirse en el vacío. Rogers subrayó la importancia de las relaciones terapéuticas para dar a las personas la confianza y la libertad necesarias para desarrollarse, de modo que pudieran alcanzar su verdadero potencial.

Rogers escribió extensamente sobre la diferencia entre su enfoque terapéutico y los enfoques más antiguos. El enfoque tradicional centrado en el psicólogo, argumentaba, estaba destinado a ser problemático. Su método descendente no daba a los pacientes espacio para comprender realmente sus propios miedos y puntos ciegos, ni para aceptar el tipo de cambios que necesitaban hacer en sus vidas.

El método descendente es inútil, explica Rogers, porque cualquier idea que el terapeuta presente a su cliente no será realmente asimilada. Para que una persona integre de verdad un nuevo conjunto de ideas, debe estar preparada para ellas, lo que a menudo significa que debe llegar a esas ideas por sí misma, tras un largo periodo de ir bajando gradualmente sus defensas. Por eso el enfoque centrado en el cliente empieza con una relación, como explica Rogers: "Si puedo proporcionar cierto tipo de relación, la otra persona descubrirá en sí misma la capacidad de utilizar esa relación para crecer, y se producirá el cambio y el desarrollo personal". La relación ideal es una relación de aceptación absoluta en la que los clientes puedan sentirse lo suficientemente seguros y protegidos como para empezar a explorar todo su yo, no sólo la persona estrecha y restringida que pueden presentar al mundo, sino un yo más pleno y adaptable.

Las obras contenidas en este volumen ofrecen una rica visión de los principios de Rogers. Están escritos con el típico estilo accesible y atractivo de Rogers.

Se parecen más a una conversación que a una conferencia.