Salvando a la hija de Schindler: Cómo mujeres valientes rescataron a una niña huérfana de los campos de concentración franceses

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Título original:

Saving the Schindler's Daughter: How Courageous Women Rescued an Orphaned Girl from French Concentration Camps

Contenido del libro:

La vida de Lore Schindler, una niña judía huérfana que fue rescatada de un campo de concentración por dos valientes mujeres.

Lore Schindler tenía diez años cuando su padre, el dentista Harry, fue detenido por la Gestapo en Berlín y enviado al campo de concentración de Sachsenhausen. Su esposa Grete compró su liberación entregando todas sus posesiones al Estado nazi. Al salir de Alemania con sólo 10 marcos cada uno, padres e hija sufrieron humillantes cacheos al desnudo en la frontera.

Este fue el comienzo del calvario de Lore. En su primer campo de concentración francés murió su madre. Su padre también murió en otro campo. Huérfana y enferma en el enorme campo de Gurs, fue salvada por la prisionera-enfermera Schwester Kte, pero más tarde habría muerto de hambre si dos hermanas -Elsie y Marthe Liefmann- no la hubieran "adoptado", encontrado comida y obligado a comerla. Elsbeth Kasser era una trabajadora social suizo-alemana del campo que le daba golosinas de leche y queso suizo para fortalecer a "la chica más delgada del campo". Otra trabajadora social, Elisabeth Hirsch, utilizó un documento de identidad falsificado para sacar a Lore del campo y la llevó a La Maison de Moissac, un hogar para niños en el suroeste de Francia dirigido por su hermana Shatta Simon.

Allí, varios cientos de niños refugiados fueron escondidos de los ocupantes nazis y los fascistas franceses que querían enviarlos a los campos de exterminio de Polonia. Cuando se hizo inseguro permanecer en Moissac, Lore fue adoptada por el pianista Hlne Gribenski, que vivía en un pueblo remoto. Cuando eso también se volvió inseguro, trasladó a su pequeña familia a una choza primitiva en el bosque para esperar la victoria aliada.

Que Lore sobreviviera se debió a estas valientes mujeres, que arriesgaron sus propias vidas para salvar la suya. Tras la guerra, encontró el amor en un kibutz israelí y se trasladó con su marido estadounidense a Nueva York, donde se convirtió en bibliotecaria de la Biblioteca Pública de Brooklyn. Nadie adivinó jamás cómo había sido su adolescencia y su floreciente feminidad en una tierra aterradora cuyo idioma ni siquiera sabía hablar.