Puntuación:
No Citizen Left Behind», de Meira Levinson, es un análisis de la educación cívica en Estados Unidos que invita a la reflexión y se centra especialmente en la “brecha de empoderamiento cívico” que afecta a los estudiantes pobres y pertenecientes a minorías. El libro combina la formación en filosofía política de la autora con su experiencia docente para destacar la necesidad de reformas en la educación cívica y el clima escolar para fomentar el compromiso democrático.
Ventajas:El libro está bien escrito e invita a la reflexión, combinando ideas académicas con experiencias personales. Levinson aboga eficazmente por una mejor educación cívica, especialmente para las comunidades marginadas, y presenta soluciones prácticas a través del concepto de «Civismo de acción». Se considera una lectura importante para educadores y otras personas interesadas en la democracia.
Desventajas:Algunos lectores consideraron que el libro no era atractivo y lo hojearon. Unos pocos opinaron que no ofrecía soluciones concretas a los problemas que plantea, lo que implica que puede ser más adecuado para quienes ya están interesados en la educación cívica que para un público general.
(basado en 6 opiniones de lectores)
No Citizen Left Behind
Mientras impartía clases en un centro de enseñanza media exclusivamente negro de Atlanta, Meira Levinson se dio cuenta de que la superación individual de los alumnos no les permitiría necesariamente superar su profunda marginación dentro de la sociedad estadounidense. Esto se debe a una brecha de capacitación cívica que es tan vergonzosa y antidemocrática como la brecha de rendimiento académico que persigue Que ningún niño se quede atrás.
No Citizen Left Behind sostiene que hay que enseñar a los estudiantes a cambiar y remodelar las relaciones de poder directamente, a través de la acción política y cívica. Basándose en la teoría política, la investigación empírica y su propia experiencia sobre el terreno, Levinson muestra cómo las escuelas urbanas segregadas de facto pueden y deben estar en el centro de esta lucha. Recuperar los fines cívicos de las escuelas públicas exigirá algo más que retocar el plan de estudios.
Levinson insta a las escuelas a rehacer la educación cívica. Las escuelas deben enseñar la acción colectiva, debatir abiertamente las dimensiones racializadas de la ciudadanía y provocar a los alumnos despertando sus pasiones contra las injusticias contemporáneas.
Los alumnos también deben tener oportunidades frecuentes de emprender acciones cívicas y políticas, incluso dentro de la propia escuela. Para construir una sociedad verdaderamente igualitaria, debemos rechazar los mitos de la uniformidad cívica y capacitar a todos los jóvenes para que alcen sus diversas voces.
El relato de Levinson interpela no sólo a los educadores, sino a todos los que se preocupan por la justicia, la diversidad o la democracia.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)