Pornografía

Título original:

Pornografia

Contenido del libro:

El lugar es Polonia, en los primeros años de la ocupación alemana. El narrador de Pornografía, un escritor llamado Witold Gombrowicz, conoce a un hombre moreno y excesivamente formal llamado Fyderyk en una fiesta en una casa de Varsovia, y ambos pronto se ven envueltos en un negocio de naturaleza dudosa (cuando no francamente criminal). Cuando un conocido suyo, un corpulento terrateniente de provincias llamado Hipolit, les pide que se queden con él para discutir algunos asuntos de su ciudad, no es difícil convencerles de que abandonen la claustrofóbica ciudad por el aire fresco del campo.

Sin embargo, una vez en el campo, Fryderyk y Witold se aburren rápidamente de todo lo que les rodea, excepto de los dos adolescentes que se alojan en la granja de Hipolit: Henia, la hija de Hipolit, y Karol, el hijo de uno de los granjeros, que acaba de regresar de un período en el movimiento de resistencia polaco. Ambos tienen dieciséis años, se conocen de toda la vida y se relacionan con naturalidad e indiferencia como hermanos. Witold, sin embargo, empieza a obsesionarse con su incipiente sexualidad, e impone a cada interacción entre ellos un giro erótico que lo deja medio loco de lujuria voyeurista. Está convencido de que Karol y Henia deben acostarse el uno con la otra, y pronto se hace evidente que Fryderyk tiene la misma idea; a medida que avanza su estancia en la granja, ambos hombres convierten interacciones aparentemente inocentes con las dos adolescentes en una especie de partida de ajedrez erótico. Pequeñas pretensiones de contacto entre los jóvenes -señalar que los puños de los pantalones de Karol se arrastran por el suelo, por ejemplo, y pedir a Henia que se los suba- se convierten en actos fantásticos cargados de insinuaciones y posibilidades. El hecho de que Henia esté prometida a un respetable (aunque dandi) hombre mayor sólo hace que el juego sea más interesante. Fryderyk comunica sus intenciones a Witold a través de una serie de cartas que deja bajo un ladrillo cerca de la granja y comienza a socavar poco a poco el compromiso de Henia.

Les dice a los adolescentes que está dirigiendo una obra de teatro y les pide que imiten una escena ligeramente sugerente para él, y luego se las arregla para que Witold traiga al prometido de Henia, Vaclav, cerca en el momento más provocativo. Vaclav, por supuesto, malinterpreta lo que ve y empieza a caer en la paranoia y a sospechar de su joven prometida.

Dos incidentes de violencia interrumpen temporalmente los juegos de Witold y Fryderyk. En primer lugar, la madre de Vaclav muere apuñalada por un joven ladrón delante de todos los habitantes de la granja. La tragedia deja a Vaclav aún más inestable y a todos los implicados conmocionados.

La segunda situación surge cuando un alto comandante de la resistencia llamado Siemian viene a pasar unos días en la granja. Karol ha servido con él y se pone inmediatamente en guardia. Poco después de la llegada de Siemian, Hipolit recibe una angustiosa orden de las autoridades locales clandestinas: Siemian ha perdido los nervios y quiere abandonar la resistencia. Su elevada posición lo hace demasiado comprometedor, e Hipolit recibe la orden de asesinar a su huésped.

Hipolit pide ayuda a sus otros invitados masculinos, pero ninguno de ellos -Witold, Fryderyk o Vaclav- se atreve a matar al hombre. Entonces a Fryderyk se le ocurre una idea descabellada: manipulará a Karol y Henia para que ellos mismos lleven a cabo el asesinato. Como no podía ser de otra manera, los dos adolescentes se muestran obedientes, igual que cuando Henia le arremangó los puños del pantalón a Karol o cuando representaron una escena de una obra de teatro inexistente. Los hombres les dan un cuchillo (parecido al que mató a la madre de Vaclav) y les ordenan que entren en la habitación de Siemian y acaben con él.

Pero algo sale muy mal. Vaclav, cada vez más inestable y desconsolado por lo que cree que es una relación amorosa entre Henia y Karol, ha entrado en la habitación de Siemian antes que los dos adolescentes y ha asesinado él mismo al comandante. Después oscureció la habitación y esperó. Cuando los adolescentes llaman a la puerta, Vaclav abre, y Karol, confundiendo a Vaclav con Siemien, lo asesina. Los frívolos juegos mentales del narrador se hacen de pronto muy reales, y al terminar el libro se ven, por primera vez, y en su momento de catástrofe, más cerca que nunca de sus jóvenes peones.