Mundos enredados: religión, ciencia y nuevos materialismos

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Título original:

Entangled Worlds: Religion, Science, and New Materialisms

Contenido del libro:

Desde el punto de vista histórico, puede decirse que la teología funciona "materialfóbicamente". El cristianismo protestante en particular ha otorgado a la teología el privilegio del alma sobre el cuerpo y de la creencia sobre la práctica, en consonancia con la distinción entre un Dios incorpóreo y el mundo inanimado que "Él" creó. Al igual que el resto de las ciencias humanas, sociales y naturales, los estudios religiosos importaron estos dualismos teológicos a una modernidad supuestamente secular, trasladándolos además a la distinción entre una Europa racional e "ilustrada", por un lado, y una no-Europa emocional, "primitiva" y "animista", por otro.

Los "nuevos materialismos" que recorren actualmente las teorías culturales, feministas, políticas y queer pretenden desplazar el privilegio humano atendiendo a la agencia de la propia materia. Lejos de ser pasiva o inerte, nos muestran que la materia actúa, crea, destruye y transforma y, como tal, es más un proceso que una cosa. Mundos enredados examina las intersecciones de la religión y los nuevos y viejos materialismos. Recurriendo a una multitud interdisciplinar de estudiosos de la ciencia, la religión y la teología, reúne una multiplicidad de perspectivas experimentales sobre la materialidad: ¿Qué es la materia, cómo se materializa y qué tipos de mundos se representan en sus variados enredos con la divinidad?

Mientras que tanto la teología como los estudios religiosos han llegado en las últimas décadas a priorizar los contextos materiales y las ecologías corporales de la vida más-que-humana, Mundos enredados establece la primera conversación multivocal entre los estudios religiosos, la teología y el cuerpo del "nuevo materialismo". Aquí las disciplinas y tradiciones se tocan, transgreden y contaminan mutuamente a través de sus diversos contextos cuidadosamente especificados. Y en la receptividad de este contacto mutuo entre ciencia, religión, filosofía y teología, la creciente complejidad de nuestros enredos adquiere una consistente textura ética de urgencia.