Los mariquitas

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Título original:

The Sissies

Contenido del libro:

Poesía. Estudios LGBT. "Compuesto en excursiones en bicicleta por San Francisco, THE SISSIES de Evan Kennedy pretende 'ser subyugado' y hablar como lobo animal, buey, oveja, burro. Una gaviota del estadio se posa en el campo de los Giants. El desenfadado y amanerado juego de palabras entre San Francisco de Asís (patrón de la ciudad y de los animales) y "un mariquita" subyace al argumento de Kennedy contra la "deleznable superioridad" de los humanos y a favor de la "disolución de la taxonomía animal". El orador se esfuerza, pero no alcanza, una transfiguración de la criatura: "cuando digo lobo quiero decir algo más que quiero alcanzar", un horizonte que se desvanece continuamente. Entre ecos del argumento medieval contra la homosexualidad como "contraria a kynde" o contra la naturaleza, Kennedy sugiere que nuestra exclusividad de especie (homo, humano) es nuestro peligro aparente: "sólo nos hemos mantenido idénticos a nosotros mismos". Al igual que el deseo del trovador por la esposa de otro, por definición inalcanzable, o el anhelo por el creador de uno y esa otra orilla, estos poemas rebuznan y pastan hacia una empatía más plena con las criaturas, una mansedumbre beatífica frente al queer-bashing, donde el cuerpo puede ser "aquietado como carne"". Julian Talamantez Brolaski.

"THE SISSIES" canta el cuerpo estigmático (apaleado, benévolo, calumniado) aunque sabe que no debe aferrarse a una trascendencia sobrenatural. Como coetáneo, siento envidia y alivio al leer poesía a pecho descubierto, eléctrica y rara en su fusión de intuición poética con pensamiento riguroso. Dejadme hablar como si no fuera cautivo de nadie', escribe Kennedy, sin ataduras por modas o pretensiones. Este libro me hace volver a creer en nuestra vocación". Corrine Fitzpatrick

"El triple cuerpo del texto, como cualquier uni-trinidad santificada digna de tal nombre, 'realiza) una etiqueta sobrehumana hacia el resto de la creación'. Aquí la trinidad es marica/poeta/ciclista urbano, cuyo cuerpo acelera con nerviosa fragilidad a través de paisajes urbanos de apoteosis explosiva. El cuerpo y su renuncia, fuentes inagotables de asombro místico, provocan la trascendencia subjetiva según una plantilla cíclica: la del canto de alabanza, especialmente la famosa oración de San Francisco de Asís, que rinde tributo pan-teísta a todos los elementos de la creación, desde la cucaracha hasta los niños enmascarados de perro que pueblan la uni-trinidad de su vida, que, como su cuerpo, su mente y su texto, son un ecosistema estimulante, un 'santuario de vida salvaje' lingüístico". Maria Damon".