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The Virtues of the Prophet: A Young Muslim's Guide to the Greater Jihad, the War Against the Passions
En la religión del Islam, el carácter del Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones sean con él, es el modelo de la virtud humana. Huérfano, exiliado, contemplativo, hombre de negocios de éxito, fiel esposo de una esposa durante mucho tiempo, esposo de varias esposas en sus últimos años, estadista, juez, guerrero, conquistador, legislador, pacificador, maestro espiritual, Muhammad es el hombre completo, el ejemplo de carácter amplio y equilibrado cuya sunnah (forma habitual y característica de actuar) es el ideal de comportamiento humano para el mundo musulmán tradicional.
El dar-al-Islam está sufriendo actualmente el ataque implacable de las fuerzas de la modernización secular, así como de las de la reacción islamista; ambos bandos intentan recortar el Islam para adaptarlo a sus propias ideologías encogidas. Bajo tales golpes dañinos, los jóvenes musulmanes necesitan recordar no sólo el Libro Sagrado, sino al hombre cuyo carácter fue el espejo perfecto de ese Libro. Tanto los modernizadores como los islamistas quieren reducir, marginar y quizás incluso eliminar el ejemplo del Profeta; era un ser humano demasiado completo y genuino para encajar en sus agendas cada vez más inhumanas.
La vida humana requiere heroísmo en cualquier época, y los deberes de autodesarrollo y autodominio exigen un grado de heroísmo mayor que cualquier otra lucha, razón por la cual el Profeta llamó a la guerra contra los aspectos infrahumanos de la propia alma "la yihad mayor". Único entre todas las criaturas, el ser humano no es simplemente establecido por Dios como él mismo, sino que Dios le exige que llegue a ser él mismo. Es fácil tirar la vida por la borda, ya sea en nombre de una causa o a las órdenes siempre presentes de los vicios y las pasiones; mucho más difícil y que requiere un grado aún mayor de valentía es la lucha por crecer y vivir, para llegar a ser un ser humano.
Debemos estar dispuestos a sacrificar la vida en cualquier momento si Dios lo ordena; también debemos estar dispuestos a cultivar y desarrollar la vida, tanto para nuestra propia salvación como en nombre de las generaciones futuras. Esta unidad del abandono heroico con el cuidado esmerado y compasivo es la esencia del carácter musulmán tradicional, que en ninguna parte es más claramente visible que en el carácter del Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones sean con él, que dijo: "Aunque sepas que el mundo se va a acabar mañana, planta un árbol". Charles Upton es un pensador serio del que he aprendido mucho.
Sus escritos merecen especial atención. Huston Smith, autor de Las religiones del mundo, etc.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)