Puntuación:
El libro ofrece un relato exhaustivo y bien documentado de la historia y la importancia del uso de radioisótopos en medicina nuclear, sobre todo en la época posterior a la Segunda Guerra Mundial. Explora la relación entre la Comisión de Energía Atómica (CEA) y la comunidad científica, detallando tanto los logros significativos como las preocupaciones éticas relacionadas con la investigación con seres humanos. Aunque alabado por su perspectiva histórica y su exhaustiva documentación, el enfoque técnico del libro puede abrumar a algunos lectores y carece de explicaciones químicas detalladas.
Ventajas:⬤ Historia completa y bien documentada del uso de radioisótopos
⬤ destaca figuras y organizaciones importantes
⬤ ofrece una visión de los retos éticos y las conexiones militares en la investigación
⬤ incluye ejemplos notables de logros científicos y avances en medicina.
⬤ El énfasis en el contexto histórico puede resultar inmanejable para quienes tengan una formación técnica
⬤ carece de explicaciones y fórmulas químicas detalladas
⬤ puede resultar inquietante debido a los debates sobre experimentos poco éticos realizados en el pasado.
(basado en 4 opiniones de lectores)
Life Atomic: A History of Radioisotopes in Science and Medicine
Tras la Segunda Guerra Mundial, la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos (AEC) comenzó a producir radioisótopos en masa, enviando cerca de 64.000 cargamentos de materiales radiactivos a científicos y médicos en 1955. Incluso cuando la bomba atómica se convirtió en el centro de la ansiedad de la Guerra Fría, los radioisótopos representaron los esfuerzos del gobierno por aprovechar el poder del átomo para la paz, la medicina, la energía doméstica y las relaciones exteriores.
En Life Atomic, Angela N. H. Creager cuenta la historia de cómo estos radioisótopos, que eran al mismo tiempo herramientas científicas e iconos políticos, transformaron la biomedicina y la ecología.
Los radioisótopos producidos por el gobierno proporcionaron a los médicos nuevas herramientas para el diagnóstico y la terapia, en concreto la terapia del cáncer, y permitieron a los biólogos rastrear las transformaciones moleculares. Sin embargo, el intento del gobierno de presentar los radioisótopos como maravillosos dividendos de la era atómica se vio socavado en la década de 1950 por los debates sobre la lluvia radiactiva, cuando científicos y ciudadanos reconocieron los peligros de la radiación de bajo nivel.
Creager revela que la creciente conciencia del peligro de la radiactividad no redujo la demanda de radioisótopos en hospitales y laboratorios, pero sí cambió su representación popular de agente terapéutico a veneno medioambiental. A continuación demuestra cómo, a finales del siglo XX, el miedo público a la radiactividad eclipsó cualquier apreciación de las consecuencias positivas del suministro de radioisótopos por parte de la AEC para la investigación y la medicina.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)